Un total de 365 adopciones, es decir, una al día, es lo que registró la perrera de la Vall d'Albaida durante 2016. Además, 71 perros fueron recuperados por sus propietarios, lo que supone que el 95% de los ejemplares recogidos dejó las instalaciones. Esto refleja un aumento notable respecto al año 2015, cuando la cifra se quedó en el 84%. Según el conseller responsable, Pep Estornell, "estamos cerca de lograr que la perrera sea un lugar de paso para los animales, que es la intención con la que trabajamos". De hecho, la cantidad de animales sacrificados, bajo el consejo, autorización y supervisión de un veterinario, ha sido del 5% y en todos los casos "para evitar sufrimientos innecesarios, derivados de enfermedades sin curación o porque ya se recogieron agonizantes, como los perros víctimas de atropellos", explican.
Desde la reincorporación de Albaida en noviembre del año pasado, la perrera de la Mancomunitat da servicio a 34 pueblos de la Vall d'Albaida y a 8 del Comtat, a los que se sumó el año pasado Almiserà (La Safor). Para Estornell, "el interés de fuera de la comarca por el servicio demuestra el buen hacer, la profesionalidad y la fiabilidad", al tiempo que reconoce que "mantener la calidad supone también trabajar con un número de plazas limitado, lo que provoca que algunos pueblos que se habían planteado otras alternativas se lo hayan repensado y continúen con nosotros".
Además del balance anual, los avisos se atienden como mucho en tres cuartos de  hora y los animales salen de la perrera vacunados contra la rabia, desparasitados, con chip y pasaporte. Todo ello ahorra a los ayuntamientos un trabajo que "sobrepasa las posibilidades y los conocimientos de los trabajadores municipales y agentes de la policía local", explican.
En 2017 está prevista una campaña de concienciación hacia los animales y de divulgación del trabajo de una perrera que trabaja en colaboración con numerosas protectoras de animales españolas e internacionales, que facilitan las adopciones en la UE y también en EEUU. Por ello, Estornell agradece "el trabajo de mediación que realizan las protectoras, así como la sensibilidad que demuestran las personas que prefieren adoptar un can de la perrera antes que comprarlo".