El domingo, 22 de octubre, el monasterio de Bocairent recuperó de manera oficial la vida consagrada. El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, presidió la solemne eucaristía con la que se restablecía la vida consagrada, después de 20 años desde que fuera disuelta la comunidad de Agustinas. La eucaristía contó con la participación de casi 30 sacerdotes, procedentes de las diócesis de Valencia, Alicante y Murcia. El arzobispo instauró la clausura papal a la nueva comunidad de Carmelitas Descalzas que, desde el pasado día 12 de octubre, habita el monasterio.
En su homilía, el arzobispo destacó la importancia que para la comunidad cristiana de Bocairent y todo el arciprestazgo supone tener una comunidad de vida contemplativa. Al finalizar la eucaristía, se descubrió una placa en el exterior de la iglesia del convento, en la que recordaba a las Agustinas que habitaron el convento entre 1566 y 2003, así como se agradece el esfuerzo e implicación del pueblo cristiano de Bocairent "que con la esperanza que volviera a restablecerse la vida religiosa en el convento hizo posible que la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora adquiriera este cenobio a la orden de San Agustín el 28 de junio de 2007".
La placa también recuerda las dos fechas señaladas de la nueva etapa del convento: el 12 de octubre, con la llegada de la comunidad de Carmelitas Descalzas y el 22 de octubre, cuando el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, restablecía la vida consagrada. A continuación, el arzobispo se dirigió a la puerta de entrada al monasterio y declaró oficialmente instaurada la clausura papal.