El pasado mes de octubre, el gobierno de Albaida que formaron Compromís (4 concejales) y PSOE (3 concejales) se rompió cuando el PSOE decidió dar por finalizado el pacto con el que ambas formaciones comenzaron la legislatura, con cruce de declaraciones y desconfianza entre ambos partidos.
Desde ese momento, la moción de censura estuvo cada vez más presente. Tras unas semanas de negociaciones y de muchas conversaciones, la moción de censura es inminente, explica el portavoz del PP en Albaida y próximo alcalde si sale adelante la moción, Juan Carlos Roses.
Con un pleno de 13 concejales, el PP tiene 6, por lo que necesita, al menos, un voto más a favor de la moción. Ese voto lo ha comprometido la que era edil socialista, Cristina Vila, que se ha dado de baja en el partido antes de avalar la moción, que con toda probabilidad se presentará ya el lunes.
Juan Carlos Roses explica que "teníamos claro que teníamos que dar un paso adelante. Esto no es un capricho mío, es una necesidad que tiene Albaida, para revertir la situación de parálisis en todos los ámbitos: institucional, económico... tenemos un panorama muy feo y nosotros, como partido más votado, tenemos que dar un paso adelante, para intentar paliar la caída en picado que lleva Albaida".
Juan Carlos Roses explica que le ha ofrecido al PSOE gobernar el PP en minoría, pero negociando todos los aspectos claves de Albaida: presupuestos, proyectos, decisiones importantes para la localidad porque, explica, "tenemos que salvar los muebles, no podemos continuar así"... Ahora bien, la reacción del PSOE ha sido la de iniciar el proceso de expulsión a la edil Cristina Vila, que ha avalado la moción.
Desde el PP de Albaida explican que "la moción va a presentarse ya, no hay nada que esperar, no tiene ningún sentido esperar, porque tenemos el aval que nos faltaba. Es cuestión de 24-48 horas, como máximo el lunes estará presentada".
"Lo mejor para Albaida"
Juan Carlos Roses explica que desde que se adentró en política lo hizo para "intentar conseguir lo mejor para mi pueblo. No necesito la política para vivir y no pienso vivir de la política". Roses apela a intentar evitar "esa crispación que hay en ámbitos superiores. Intento aplicarlo, pero en Albaida es muy complicado teniendo a Compromís, porque no ven más allá de sus siglas y eso no puede ser". De hecho, añade Roses, "si cuando Compromís y PSOE rompieron, el actual alcalde Alejandro Quilis nos hubiera llamado, hubiéramos estado abiertos a ayudar en lo que hubiera hecho falta, porque yo lo que quiero es que Albaida vaya bien, pero lo que no puedo consentir es que se burlen de mí, de la forma en la que lo están haciendo".
Juan Carlos Roses reconoce que asumir la alcaldía "es un caramelo difícil de digerir, porque la situación del Ayuntamiento es catastrófica, con 8 millones de deuda en préstamos y con 600.000 euros que debemos en facturas a proveedores, que son gente del pueblo", a lo que hay que sumar la pérdida de muchas subvenciones.