El grave incendio originado el pasado día 2 en Montitxelvo y que afectó a 2.300 hectáreas y provocó la evacuación de 960 personas fue originado por una descarga eléctrica procedente de los cables de media tensión, que carecían de mantenimiento adecuado, según apunta la Guardia Civil tras la inspección ocular y por los vestigios físicos. Esto supondría un delito de incendio forestal por negligencia.
Según la Guardia Civil, "los resultados de las inspecciones realizadas durante la investigación indican que el fuego se originó sobre el punto de inicio, donde los cables del tendido eléctrico de media tensión entraron en contacto con el ramaje de los árboles. Esta interacción de los cables con las ramas pudo inducir un arco eléctrico que, combinado con el tipo de combustible presente (hojas y pequeñas ramas), provocó una combustión y diversos materiales incandescentes se precipitaron al suelo". Esto, junto a una meteorología con vientos de 92km propagó rápidamente el incendio.