El coreógrafo ontinyent Marcos Morau, premio Nacional de Danza, explica cómo ha afectado la pandemia a su trabajo, que le ha llevado a no poder proyectar sus creaciones en ciudades como Bruselas, Belgrado, Atenas, San Sebastián o Lisboa
- Tenía varios proyectos nuevos cuando estalló la crisis, ¿cómo lo ha vivido?
- Venía de unas temporadas con muchos proyectos, estrenos, creaciones, viajes con La Veronal y estancias largas por estar creando en Corea del Sur, Suecia, Holanda, Madrid y de repente, se ha detenido todo este ritmo frenético en seco.
Justo antes del confinamiento estrenaba una Ópera para el Teatro Real de Madrid y Teatros del Canal en febrero y semanas después un espectáculo infantil en Suecia que se había ensayado y creado el otoño pasado pero que el estreno había tenido lugar a finales de febrero de este año. Llegó el coronavirus inmediatamente después del estreno y lo detuvo todo.
Al principio, me dije a mí mismo que era la oportunidad que antes no había podido tener para estar en casa, descansar, reflexionar, tener tiempo para escribir, leer y ver todas las películas que llevaba años postergando, ordenar ideas para creaciones futuras y en definitiva llenar el depósito de inspiración.
Pasadas unas semanas empezó lo peor: miedo, impotencia de ver lo que estaba pasando, etc, poco a poco todo empezó a volver y con el tiempo y la tristeza de lo que la pandemia se ha llevado por delante también he podido sacar conclusiones de todo lo bueno y todo lo malo que ha provocado en mí este parón.
Se nos han caído actuaciones en Bruselas, Belgrado, Atenas, San Sebastián, Lisboa, una creación en Roma, etc... Eran unos muy buenos meses de gira internacional que no han podido realizarse. Algunos trabajos se conseguirán recolocar; otros, en cambio, se han perdido hasta nueva orden y los bailarines han sido los mayores perjudicados porque en España mayoritariamente las compañías independientes trabajamos por proyectos y bolos y sin lo uno y lo otro los ingresos no son posibles. Ha sido duro y vamos a tener que emplearnos a fondo para volver a las buenas sensaciones de antes de marzo.
- ¿En qué medida ha afectado el covid y, sobre todo, en qué medida cree que va a afectar en estos próximos meses a los proyectos que tenía?
- Lo bueno ha sido la obligación a parar, a bajar las revoluciones, a apreciar el camino y sus trazos, a conectar con uno mismo. Lo malo, además de lo que ya ha supuesto el propio virus ha sido que un sector como la danza, ya pobre per se, esto le supone un problema más si cabe, más complicaciones, más dudas, etc. Somos un sector con tejidos frágiles, sin una unidad férrea como los músicos, sobrevivimos en pequeñas islas independientes intentando sostener todos nuestros cimientos, es complicado tener un sentido de comunidad a nivel nacional, todo es muy efímero y muy precario y la falta de gira, de programación y de visibilidad empeora el sector.
Nosotros tenemos siempre un pie fuera de España y recibimos mucho apoyo de Europa, de momento seguimos recibiendo el apoyo de muchos países que siguen apostando por nosotros, presentan mis trabajos y los coproducen. Vamos a ver qué pasa en los próximos meses.
- El hecho de que se hayan impuesto muchas medidas de distanciamiento social, como coreógrafo, ¿le afecta o condiciona a la hora de proyectar/planificar las coreografías?
- Nada más salir del confinamiento he empezado la que será mi nueva creación Sonoma, un trabajo coproducido por el Grec, Sadler’s Wells, Theatre de la Ville de Luxembourg, Tanz im August, Conde Duque, etc. El estreno será el 24 de julio en Barcelona y desde que hemos podido salir de casa y juntarnos en el aula estamos trabajando incansablemente en la creación, volver a la sintonía del cuerpo, las ideas, sensaciones de grupo, de trabajo en equipo, etc...
Es sobre la figura de Buñuel y el surrealismo, ahora más que nunca cuestionar la realidad, la nueva realidad, vivir por encima o por debajo de la realidad. El covid no aparecerá directamente en el trabajo, pero inevitablemente el confinamiento y toda la agitación mundial están presentes en nuestras decisiones, en el carácter, en la temperatura y el tono de la propuesta, la necesidad es más poderosa ahora y relativizar más importante que nunca.
En el estudio de creación empezamos con mascarillas y con medidas extremas de higiene, pero poco a poco tuvimos que prescindir de ellas porque era imposible ejercitar el cuerpo con la mascarilla. Seguimos protocolos de sentido común, de gel hidroalcohólico. Ensayamos en el Graner, un espacio increíble de Barcelona junto con otras compañías, pero cada compañía tiene unos recorridos y espacios asignados muy estrictamente, apenas nos cruzamos con otros bailarines y de alguna manera la Veronal actúa como núcleo familiar. El riesgo está y esto no lo podemos evitar, pero intentamos usar el sentido común y sabemos que el contagio de un solo miembro echaría a perder el estreno en julio y toda la gira.
- Dado que trabaja en distintos países, ¿ha notado diferencias en cuanto a cómo han gestionado los distintos países este asunto en el apartado cultural?
- Hay países que han recolocado las representaciones, hay otros que no han conseguido hacerlo, hay quienes incluso sin presentar el trabajo siguen manteniendo el apoyo económico, aunque sea parcial, como es el caso de Alemania. Está claro que cada país tiene un contexto, un impacto de la crisis y una economía diferente. Aquí en España el impacto ha sido mucho mayor que en otros países y las prioridades han de ser consecuentes. Vienen tiempos complicados, hemos de estar preparados para reinventarnos, para seguir creyendo, para pensar que el mundo que viene va a seguir necesitando consumir cultura. Por ejemplo, las entradas para nuestro próximo estreno en Barcelona se agotaron en menos 24h, la gente tiene hambre de cultura, de dejar de consumir pantallas y encontrarse con la experiencia física. Son tiempos inciertos y duros, pero el arte siempre ha sobrevivido y se ha nutrido mucho de las crisis.
Quiero pensar que de una manera u otra saldremos adelante.
- ¿Cree que todo podrá volver a ser como antes en cuanto a la programación de espectáculos de danza?
- Después del estreno en el Grec de Barcelona y unas vacaciones forzadas en agosto, estaremos empezando la gira en septiembre en Italia, Serbia, Alemania, etc... podré iniciar la creación en Roma, continuar con una larga gira de Sonoma que llega hasta finales de 2021 y empezar con los cimientos de la próxima creación. Queda mucho trabajo todavía de recolocar bolos que se han perdido, retomar contactos y buscar soluciones a todo este parón. Tenemos un ojo puesto en lo nuevo, pero tenemos otro puesto en todo lo que debemos correr ahora para recuperar el ritmo y las pérdidas ocasionadas por la Covid19.