Jerjes Llopis es el artista invitado en esta nueva edición de ‘Camins d'art’. Nacido hace casi 41 años en Ontinyent, el artista considera que es su primera gran exposición en su ciudad, después de una en el 2000 cuando todavía era estudiante. Sobre este tema y su vida como artista hemos hablado con él.
- ¿Cómo nace la idea de la exposición?
- La exposición parte de la idea de mostrar las obras de los alumnos de la escuela de arte de San Carlos. Todos los años hacen una exposición de final de curso a la que invitan a un artista. El primer año vino Antonio Miró, artista alcoyano; y el año pasado Ana Roig, de Valencia. En esta tercera edición he sido yo. La sala está dividida en dos, una parte para los de San Carlos y la otra con mi obra.
- ¿Había expuesto antes en Ontinyent?
- Hace muchos años, mientras estudiaba Bellas artes en el año 2000, ya expuse en Ontinyent, en la sala Sanchis Guarner en Martínez Valls. Fue en un certamen anual en el que tú presentabas tu proyecto y ellos decidían la programación. Esa fue la última exposición en Ontinyent. De estas características y tan grande, es la primera.
- ¿Cómo reaccionó cuando le propusieron hacerlo?
- Al principio me asusté cuando María Carballo me lo propuso, puesto que tampoco había demasiado tiempo, y al conocer el tamaño de la sala tampoco sabía si tendría bastante material. Una vez pasó un breve tiempo, me apeteció mucho por el tema de los años sin exponer en casa. Esto no tiene nada a ver con el que hacía aquel año 2000.
- ¿Qué hacía en 2000?
- En aquel tiempo era más arriesgado, más artístico para decirlo de alguna manera. Desde hace unos años llevo más esta línea de dibujo, de volver a los orígenes y a la desnudez del grafito acompañada de acuarela. Lo que hacía antes era arte objetual. Cogía ciertos elementos para plantear un discurso más conceptual. Los colocaba con distintas formas y hacía que surgiera la narración de la obra. A pesar de empezar así, yo siempre he tenido predilección por el dibujo y los últimos 5 años he ido convirtiéndome en lo que hago ahora.
- ¿Qué diferencias hay entre los pintores tradicionales y lo que hace usted?
- Las diferencias entre los artistas más famosos o tradicionales y yo, por ejemplo, es que lo que ellos hacen es pintura, lo que yo hago es dibujo. La diferencia entre pintura y dibujo radica en las líneas de contorno, los dibujos tienen mientras la pintura no, lo que significa que en la pintura se trabajas por ‘manchas’ y lo que representas es la luz del elemento. En el dibujo la línea de contorno marca una línea imaginaria que el entorno que nos rodea no tiene y que crea lo que queremos representar.
- ¿Está peor visto?
- Últimamente la situación está cambiando, pero hace unos años sí que se consideraba un arte menor al dibujo respecto a la pintura. Ahora se le está dando una entidad por sí mismo.
- ¿Considera que ha encontrado su estilo definitivo?
- Hay momentos o épocas a las que el planteamiento es constante. Empiezas una pieza o un tipo de representación y vas evolucionando sin modificar demasiado esa tipología. En esta exposición hay dibujos que se distinguen un poco de otros, pero en cuanto a técnica estoy siguiendo la misma a pesar de que cambio el material. Vas probando y cambiando cosas que finalmente descartas o mejoras según lo que funcione o te guste. Ahora mismo este es mi estilo, dentro de un tiempo no se sabe.
- ¿Es el estilo que más te ha llenado como artista?
- Es muy posible, pero igualmente en este momento no podría cambiar, porque un artista es esclavo de sus obras, de su propio estilo, puesto que cuando alguien te ofrece estar en una exposición lo hace por el tipo de obras que ha visto, son lo que le gusta y lo que contratan. Al final tienes una balanza que marca tu pasado y tu estilo y al otro lado lo que te gustaría hacer o mejorar. Además, como mi fuente de ingresos principal no es esta, me permite no tener tanta presión para aceptar estar en exposiciones que no quiero.
- ¿Tiene suficiente tiempo para compaginar el arte con el trabajo?
- Mi suerte es que trabajo como profesor de arte y que mi horario es por la mañana, por lo que por las tardes tengo tiempo, aunque también aprovecho para corregir y preparar clases, pero puedo organizarme el tiempo. Además, como trabajo en la ilustración y el arte, me permite estar siempre conectado con el otro trabajo. Tanto a la hora de plantear ejercicios los utilizo para hacer mis trabajos. Mis trabajos tienen transversalidad bidireccional; las clases me sirven para hacer mis cosas, y mis cosas me ayudan a plantear mis clases.
- ¿Cuánto puede tardar al crear una obra?
- Depende del tamaño, un A5 puedo plasmarla en una tarde, pero no trabajo solo una tarde. Antes de plasmar la obra, tienes que tener la idea. Yo trabajo de la siguiente manera: primero pienso en una idea y la tengo en la cabeza; después hago una investigación de las imágenes o los elementos que puedan interesarme sabiendo que funcionarán; y por última hago un fotomontaje digital que me sirve de esbozo de la pieza que después haré. La forma de trabajar y la práctica, me permite resolver más o menos fácil ciertos planteamientos, pero el trabajo anterior realizado ha sido muy grande.
- Ahora que está acabando, ¿cómo valora la acogida que ha tenido?
- El feedback que yo he recibido es muy bueno, la gente que me he cruzado dice que le gusta mucho, pero claro, siempre es más fácil recibir las críticas buenas que las malas. Puede ser que a los que no les ha gustado no me los cruce por la calle, o si me los cruzo, no me dicen que no les ha gustado. También es cierto que los artistas somos muy ermitaños, nos metemos en la habitación y no nos relacionamos mucho. Yo soy partidario de recibir todas las críticas, puesto que las considero constructivas, porque somos menos conscientes de los defectos y nos ayudan para tratar de mejorar.