- ¿Dónde ha pasado estos meses de pandemia?
- En Ibi, que es donde tengo los caballos. Vivo aquí, llevo en Ibi desde antes del confinamiento. De aquí no me puedo desplazar, porque los caballos requieren una atención diaria, en cuanto a comida, limpieza de cuadros, entrenamiento. Antes algún fin de semana iba a Ontinyent, a ver a la familia, pero ahora, hasta que esto acabe, estaré aquí en Ibi.
- La temporada pasada estuvo anunciado en 8 carteles, ¿qué valoración hace?
- Terminé con mucha ilusión para la siguiente. Fue un año muy bueno, porque la gente te da una oportunidad y si la aprovechas, te sirve para que al año siguiente hablen bien de ti y cuenten contigo. En líneas generales, creo que fue una buena temporada.
- ¿Cuáles eran sus previsiones para esta temporada?
- Las previsiones eran muy buenas, porque ya tenía 8 corridas firmadas entre mayo y septiembre, tras el cambio de apoderado de este invierno, además de las que pudieran salir a lo largo de la temporada. Todo ello iba a suponer poder subir un escalón más en mi carrera. Esta crisis ha sido un jarro de agua fría. Estás preparándote, desde el final de la campaña anterior en octubre hasta marzo o abril que empieza la nueva... y de repente se para todo. Es difícil, en todos los sentidos, también en el económico, porque el torear es la principal fuente de ingresos. Hay algunos toreros de muy larga trayectoria que económicamente esto lo puedan llevar mejor, pero de mitad del escalafón para abajo somos los principales perjudicados. Para los toreros de a pie la cosa está mal, pero creo que está peor para nosotros, los rejoneadores, porque los toreros pueden guardar la muleta y el capote a la espera del siguiente año, pero en nuestro caso, torees o no torees, los caballos requieren su alimentación y cuidado diario. Es una situación muy complicada, pero es por causa de fuerza mayor y no podemos hacer mucho más.
- Ahora misma, su día a día, ¿ha variado con este parón?
- Mi día a día es igual. Aunque sí que es cierto que los domingos no puedo desplazarme a Ontinyent a ver a la familia. Intento entrenar en tentaderos de la provincia de Alicante, para que los caballos no pierdan la cara al toro, porque no es bueno que estén mucho tiempo sin contacto con el toro.
También he aprovechado para dedicarle más tiempo a preparar los potros para la siguiente temporada. Los caballos que llevan más tiempo en mi cuadra con más experiencia pueden tener un poco más de descanso en cuanto a entrenamientos y me he centrado en los caballos más jóvenes.
- ¿Cree que será posible que se retome la temporada?
- Lo veo muy difícil, porque una corrida supone mucho gasto y si se limita los aforos de las plazas o se obliga a una separación entre espectadores... creo que hace inviable que los empresarios puedan compensar los gastos que genera una corrida. Montar una corrida en las actuales circunstancias supone perder dinero para los empresarios. Creo que esta temporada se va a dejar pasar y volver con más fuerza el año que viene.
- ¿Cuántos caballos forman su cuadra?
- Tengo diez caballos, de los cuales siempre hay algunos con los que conectas más. De salida: tengo a Sabina, que tiene mucha experiencia; Aslan, que era un caballo que iba a debutar esta temporada; y Nalón, que es el niño mimado de mi cuadra, al que le tengo mucho cariño porque el único que lo ha montado ha sido yo. Ya toreé con él la temporada pasada y es un crack. Es nieto de Gallo y de Chicuelo. Cartago es otro de los veteranos; Garibaldi; Cabano; Serrano, que es otro de los que iba a debutar para el último tercio y en el que tengo mucha fe porque me permite acercarme mucho al toro. También tengo mucha ilusión con un potro, que es de la misma línea de Nalón. Aún no ha toreado, pero por su físico, por la línea genealógica de la que viene y por actitud, creo que va a ser un crack. Aún no le he puesto nombre, porque hasta que no toreo con un potro no le pongo nombre. Me gusta ver cómo son toreando para asignarle un nombre a esa personalidad. El nombre me gusta que diga algo sobre el caballo. También estoy preparando otro potro y una potra, que creo que va a ser muy buena, es hija de “Pirata”, un caballo de Pablo Hermoso.
- Cuidar de diez caballos y entrenar y prepararse para torear, ¿cómo se organiza?
- Realmente, cuido de 23 caballos, porque a los 10 míos hay que añadir otros 13 ejemplares de otras personas que están en las cuadras donde yo tengo también a mis caballos. El cuidar de estos 13 caballos me permite mantener a los míos.
Tiempo para aburrirme no tengo (risas). A las 6 de la mañana empieza el día con la limpieza de las cuadras y darles de comer... para a las 8:30 o las 9 poder estar entrenando. Por las tardes, otra vez de nuevo hasta que termino, sin mirar el reloj. Mi padre siempre me ha dicho “agarra una faena que t’agrade i mai estaràs treballant”. Me gustaría en estos momentos agradecer el apoyo y esfuerzo que he tenido de mi familia: mis padres, hermanas, mis abuelos, tíos, primos, mi novia, amigos y un amigo que está aquí conmigo.