El alumno del Centro de Danza Ópera Toni Ribera ha participado entre el 1 y el 7 de septiembre en un curso de jazz, contemporáneo, ballet y carácter en el Conservatorio de Coimbra, en Portugal, gracias a una beca.
El ontinyentí explica que "hay experiencias que cambian la forma de ver el mundo. Para mí, esa experiencia ha sido la danza, un viaje que me ha acompañado desde la infancia hasta el presente".
Toni Ribera recuerda que "llegué al mundo de la danza gracias a mis padres, que vieron un talento en mí que a lo mejor otros no hubieran visto o no hubieran querido ver, y lo dejaron todo en manos de lo que a día de hoy considero un hogar, el Ballet Opera".
"Con el paso de los años he aprendido que la danza no solo es una cultura o una disciplina, es una forma de desahogarme. En mi trayectoria me he encontrado con gente maravillosa que ha hecho que mi pasión por la danza vaya más allá que tan solo un “hobby”", añade.
El ontinyentí tiene palabras de agradecimiento hacía una persona que considera "fundamental: Pachi Fenollar. Su apoyo fue decisivo para que pudiera dar el salto al Conservatorio de Coimbra. Él me enseñó a ver más allá de la coreografía, a entender la danza como un lenguaje vivo y a creer en mí mismo incluso cuando dudaba".
En cuanto a su experiencia en Coimbra, explica el ontinyentí que "ha supuesto un cambio enorme. El Conservatorio es un lugar exigente, lleno de talento y personas importantes, pero también de oportunidades. Cada clase me desafiaba a superarme, a salir de mi zona de confort y a recordar de dónde vengo".
El proceso de adaptación fue bastante complicado, "ya que la lengua era diferente, pero me dejé llevar, y salió todo bien. Allí las clases eran muy intensas, aprendí más a fondo algunas modalidades y conseguí conectar con los compañeros a través de la danza, que al fin y al cabo es lo que nos une a todos", detalla el ontinyentí, quien tenía palabras de agradecimiento "al resto de profesoras y a la dirección del centro que desde pequeño creyeron en mí y consiguieron que no me rindiera. A mi madre y a mi padre por todos estos años de lucha. Gracias".
Si algo tiene claro Toni Ribera es que "seguiré bailando, porque la danza es y será siempre mi manera de estar en el mundo”, concluye.