El lunes por la tarde Miguel Ángel Mullor comunicó al presidente del Ontinyent CF que no quería seguir entrenando al equipo, por sus diferencias con el director deportivo. La sesión de entrenamiento del lunes por la tarde fue dirigida por el hasta entonces segundo entrenador, Jordi Gil y el preparador físico, Juanfran Jiménez.
En el fondo de la decisión está el modelo contrapuesto que tiene Mullor de club frente al del nuevo director deportivo, Daniel Santomil, quien ha traído muchos jugadores a prueba desde el inicio de la pretemporada, procedentes de Argentina, Brasil, México, entre otros países, y ninguno de los cuales ha demostrado nivel para estar en el Ontinyent, excepto "Tepa" Solís.
Según explica Adrián Márquez, presidente del Ontinyent, no entiende la decisión de Mullor, puesto que el mismo lunes le mostraron su apoyo al técnico, un apoyo que, según Márquez, se demuestra en el hecho de que el club sólo ha fichado y renovado a los jugadores que eran petición de Mullor. Así, entre las distintas maneras de entender el proyecto, la de Mullor y la de Santomil, al presidente le ha tocado decidir y su decisión era la de dar "total libertad" a Miguel Ángel Mullor para confeccionar la plantilla. De hecho, los dos últimos fichajes, Migue Montés y Albiol, eran petición expresa del entrenador. Además, Márquez reconoce también que la gran mayoría de los jugadores extranjeros traídos a prueba "no daban el nivel", pero no entiende la reacción de Miguel Ángel Mullor, porque se ha actuado según la opinión del técnico y no se ha firmado a ninguno de los que vinieron a prueba, de los que el lunes ya no quedaba ninguno.