El Ontinyent 1931 tenía un importante partido ante el colista, el Silla y lo era por varios motivos. En primer lugar, para romper la mala racha de resultados como visitante y en segundo lugar, porque su máximo rival, el Jove Español, había empatado y por tanto, una victoria suponía volver a empatar a puntos con el equipo alicantino.
A pesar de esos alicientes, la primera parte del equipo de Roberto Bas ha sido para olvidar, con un gol encajado en el minuto 8 y un 3-1 final en la primera parte que reflejaba uno de los puntos débiles del Ontinyent: las jugadas a balón parado. De hecho, los tres tantos locales llegaron así. Solo un gol de Alexandru también a balón parado daba esperanzas para la segunda mitad.
En el descanso, Roberto Bas realizaba cuatro cambios de golpe, para buscar el revulsivo. Se marchaban Osoro, Micó, Cobo y Adam, para dar entrada a Cambreta, Jorge García, Rafeta y David Torres. En el 49 era el Silla el que estaba cerca de ampliar distancias, de nuevo, a balón parado.
El Ontinyent lo ha intentado durante la segunda parte, pero las jugadas de Nico Cabanes, Chimo Reig y Lluis Felipe no han logrado recortar distancias en el marcador.
En el 65 ha llegado la más clara, en un remate de Cambreta que el portero local ha desviado en una gran intervención. Poco después Cambreta ha pedido penalti, pero el árbitro no ha visto nada. En el 70, se ha marchado del terreno de juego Lluis Felipe y ha entrado Miguel Richart. También Rafeta lo ha intentado, pero su disparo se ha estrellado en el palo. Finalmente, el gol que recortaba distancias ha llegado en el 85, obra de David Torres, tras una falta lanzada por Rafeta. Los últimos minutos han sido un asedio constante por parte del Ontinyent. En los seis minudos de añadido, el gol que salvara al menos un punto no ha llegado.