Para los amantes del baloncesto y de la NBA, el apellido Hernangómez no es desconocido. Se trata de dos hermanos españoles, Willy y Juancho, que juegan en los New Orleans Pellicans y en los Minessota Timberwolves respectivamente, y que en estas vacaciones, previas a concentrarse con la Selección Española de Baloncesto para los Juegos Olímpicos están con un ontinyentí, José Carlos Eulàlia, y su embarcación, el Kaizen.
Para entender esta situación y que une a dos de las principales estrellas españolas de baloncesto de la actualidad con Eulàlia y Ontinyent, hay que remontarse en verano pasado, cuando los hermanos Hernangómez buscaban un yate para pasar unos días y que mediante sus representantes acabaron pasando 4 días en el Kaizen, la embarcación que el ontinyentí tiene para alquilar, antes de volver a los Estados Unidos.
La relación entre los hermanos, los agentes y José Carlos fue muy buena, cuajaron una amistad que los ha llevado a estar en contacto durante todo este año, e incluso explica Eulàlia que “cuando visitan Alicante, el Kaizen es su casa”. Explica respecto a los deportistas que “son gente muy normal, agradecidos, educados, acogedores y que siempre intentan ayudar en todo lo que pueden” y matiza que “junto a los representantes y asesores te hacen sentir como si fueras uno más de su familia”.
Hace dos semanas los hermanos le solicitaron el Kaizen para ir a desconectar algunos días en Tabarca, antes de concentrarse con la Selección Española de Baloncesto. Eulàlia explica que “fueron dos días muy intensos, como siempre que vienen, música, diversión y buenos momentos compartidos con unos magníficos jugadores, pero también unas muy grandes personas”, matizando entre risas que “y no lo decimos por la altura” (Willy y Juancho superan ambos los 205 centímetros de altura).
En el yate pudieron disfrutar del baño, de paddlesurf, de snorkel, así como seguir escuchando la música en un ambiente de relax y festivo, según nos cuenta José Carlos Eulàlia, quien comenta que “la despedida fue desearnos suerte; ellos a mí para la temporada estival, y yo a ellos para llegar lo más lejos posible a los JJ. OO. de Tokyo”.
“Quizás, si nos lo permite el trabajo, los visitaremos en València en el partido que jugarán contra la selección de Irán de preparación y si sus obligaciones se lo permiten, volveremos a vernos a finales de agosto o septiembre para la despedida del verano y preparación de la nueva temporada en la NBA”, finaliza Eulàlia.