Los días 3 y 4 de julio se celebró el evento de ciclismo Événement Vélo en el circuito francés Paul Ricard en el que la ciclista bocairentina batió el récord de kilómetros en esta pista en categoría femenina con 619km en la modalidad de 24 horas en solitario. La victoria fue contundente y, después de tanto tiempo sin poder competir en una pista en vivo por la pandemia, fue un auténtico subidón.
La sorpresa llegó en el momento de la celebración y la entrega de premios, puesto que por el hecho de ser mujer no se le iba a conceder ese momento de reconocimiento, ni tan siquiera un premio distintivo.
Además, se produjo la paradoja que Sebastien Bertholet, ciclista francés ganador masculino en este circuito, ha sido también ganador en LeMans como María José Silvestre. En LeMans, aunque en años diferentes, tanto Sebastien como María José subieron a recoger su premio como ganadores en la categoría masculina y femenina respectivamente. Por agravio comparativo, en esta ocasión, aún siendo los dos ganadores en el circuito Paul Ricard, solo Sebastien Bertholet recibió el premio, negando su hazaña a María José Silvestre. Cabe destacar que la inscripción en la prueba fue diferenciada para hombres y mujeres, pero solo se configuró una clasificación general, invisibilizando el logro de María José Silvestre y de todas las participantes femeninas.
Después de 24 horas sin parar, con una metereología adversa de viento y lluvia, con el esfuerzo mental y físico que esto conlleva, María José Silvestre tuvo que sacar fuerzas junto con su equipo para pedir explicaciones del desprecio que por parte de la organización se le estaba haciendo. “En el mundo del deporte de competición la mujer siempre se ha relegado a un segundo plano, pero nunca me había visto en una situación así,, solo recibir una medalla de participación y finalización de la prueba aún cosechando un récord histórico en la prueba” explica Silvestre aún atónita.
María José Silvestre tiene claro que esta piedra en el camino no va a truncar su sueño de ser la mejor ciclista de ultrafondo, va a seguir entrenando, compitiendo y haciéndose lugar en un mundo principalmente dominado por hombres. “Es necesario denunciar estas situaciones para que compañeras que vengan detrás no tengan que sufrir este ninguneo y humillación” defiende la ciclista de Bocairent.
La historia en el deporte femenino es la historia de la invisibilización. Han habido, hay y las habrá, grandes mujeres deportistas que han tenido que abrirse paso ante grandes dificultades y prejuicios impuestos por la sociedad. Por el mero hecho de ser mujeres, no se les creía capaces o simplemente se consideraba que no debían dedicarse a este mundo.
Mucho ha cambiado la situación desde que Katherine Switzer fuera la primera mujer que corriera la maratón de Chicago en 1967 y fuese descalificada al cruzar la meta por ser mujer, pero los hechos de este pasado fin de semana demuestran que aún queda mucho por reivindicar.
La lucha por la igualdad en el ciclismo, en el deporte y en la sociedad es una lucha aún muy necesaria y María José Silvestre quiere lanzar un mensaje bien claro a la organización de Événement Vélo: “Soy campeona y merezco un reconocimiento como lo han recibido mis compañeros masculinos en la prueba”.