Rubén García Cardós, de 33 años, afrontará una nueva etapa a la portería del Clariano. Será muchos años después de aquella época a la que cerca estuvo de subir a Segunda División con el equipo. Los últimos 5 años, retirado del fútbol, se ha especializado en el estudio del movimiento e incluso ha trabajado en los palacios del Emir de Kuwait y la familia real Saudí. Ahora ha decidido volver a Ontinyent y al fútbol.
- La primera es clara. ¿Echa de menos Ontinyent?
- Siempre! La calidad de vida que se da en nuestra tierra no se encuentra en ningún lugar. La naturaleza y los parajes, la cultura y tradiciones, el clima, la calidad y frescura de los alimentos más el calor de la familia y amigos, hacen que Ontinyent sea siempre el primer lugar en mente cuando piensas en descanso y vacaciones mientras vives en el extranjero.
- ¿Por qué decidió ir a Dubai?
- Diría que fueron estas tierras las que me buscaron en mí. En 2015, viviendo en Logroño, tomé la mala decisión de dejar de jugar profesionalmente a fútbol después de no conseguir el ascenso durante el play off. Tenía 27 años, y más ofertas para continuar a 2B, pero después de 4 operaciones (2 en el hombro y 2 en la espalda) mi cuerpo no reaccionaba a la misma velocidad y precisión que mi cabeza quería.
Pude dedicar mi tiempo y esfuerzo a explotar mi otra pasión, el estudio del movimiento. Empecé a atender cursos, seminarios, formaciones y leer incontables libros para averiguar las razones detrás de mis lesiones y problemas físicos. Este motivo, las ganas de aprender inglés y una oferta de trabajo fortuita en un centro de salud y entrenamiento exclusivo, fueron los motivos que me hicieron tomar la decisión de emprender la aventura en las tierras del Golfo Pérsico. Básicamente, no quería tener cuarenta años y preguntarme qué hubiera pasado si me hubiera ido. Definitivamente, ha sido la mejor decisión que he tomado nunca.
Como anécdota graciosa, estos 5 años atrás he tenido la oportunidad de venir a Ontinyent de vacaciones! Solo a descansar y disfrutar de la tierra. Y sienta genial!
- ¿Cómo le llega la propuesta del Ontinyent 1931 a más de 9.500 km y tantos años después de dejar el fútbol?
- Coincidiendo con la decisión de dejar esta aventura por tierras lejanas comuniqué a la directiva el anuncio de mi vuelta a Ontinyent, y mis ganas participar en el proyecto. Creo que su primer pensamiento fue de ofrecerme el cargo de preparador físico, hasta que se dieron cuenta que lo que realmente quería decir, es que volvía para competir. La respuesta de la gente y la expectación de verme de nuevo en El Clariano defendiendo la portería del Ontinyent está siendo muy grata.
Ha sido un camino largo, con mucho de esfuerzo y 5 años de entrenamiento, estudio y rehabilitación de mi cuerpo detrás, pero ahora me encuentro mucho mejor que cuando tenía 23 años físicamente, con mucho más conocimiento y experiencia para aportar a los compañeros, al equipo y al proyecto.
- ¿Le costó aceptarla y dejar atrás la vida que tenía?
- Siempre hay un cúmulo de sentimientos enfrentados cuando se toma una decisión de esta envergadura. Durante 5 años me he adaptado a un estilo de vida diferente, nuevos compañeros, nuevas amistades, nuevos horarios, etc. Me he llevado muchísimas buenas relaciones, y experiencias tanto personales como profesionales, que a buen seguro continúan activas por muchos años y proyectos futuros. Siempre pienso que los cambios llevan cosas buenas. A lo largo de mi vida he tomado muchas decisiones que requerían coraje y valentía cambiante totalmente el que estaba acostumbrado a hacer para empezar otra etapa incierta fuera de mi zona de confort. Esta solo será una más y mejor, puesto que estaré rodeado de las personas y la tierra que estimo.
- Han sido 5 años en Dubai, ¿por qué vuelve ahora?
- Toda aventura tiene fecha de caducidad. Dejé mis raíces con unos objetivos muy ambiciosos pero muy claros y con esfuerzo y sacrificio ya los he cumplido. Dubai, Kuwait y Doha son ciudades con muchas oportunidades pero también con mucha competencia. He trabajado duro para ser reconocido profesionalmente a nivel internacional consiguiendo incluso trabajar en los palacios del Emir de Kuwait y la familia real Saudí entre otras.
Gracias a la situación de confinamiento que la covid ha forzado se ha dado un empujón tecnológico importantísimo a todos los sectores laborales y ha hecho posible un modelo de negocio on-line, lo que me ha permitido estar donde yo deseo para poder ofrecer el mismo servicio a 5 o 9 mil kilómetros de distancia.
- Había colgado los guantes, ¿cómo decide volver bajo palos?
- Había dejado de competir, pero siempre me he mantenido activo. Dedicarme al mundo del movimiento y la rehabilitación profesionalmente me ha permitido llevar mi cuerpo a un nivel muy superior del que nunca había imaginado. Había decidido volver a competir hace un tiempo atrás ya, perodebido a la normativa en estas tierras, solo jugadores nacionales pueden ser porteros, por lo que he estado entrenando en equipos de primera división preparando mi vuelta algún día.
- ¿Las lesiones que lo apartaron de los terrenos de juego, están ya olvidadas?
- Las lesiones que me alejaron de poder jugar en 2ª división con el Mirandés y rendir al nivel que yo quería están completamente rehabilitadas. He estado 5 años estudiando, leyendo, investigando, practicando día tras día para poder conocer las razones que me hicieron lesionarme y cómo recuperarme.
- No será nuevo para usted jugar en el Clariano. ¿Cómo lo recuerda?
- Tuve la suerte de formar parte de la que fue posiblemente la mejor plantilla del Ontinyent CF. Fueron 2 años y medio de entrenamiento, partidos, viajes, anécdotas y amistades. Recuerdo muy gratamente todo lo vivido en aquella etapa, especialmente los play-offs, como toda la ciudad se volcó con el equipo. El que he visto esta temporada es increíble. La gente del pueblo quiere fútbol, gente de la tierra defendiendo el escudo y sintiendo los colores. Creo que todo pasa por alguna razón, y la ‘maranya’ de circunstancias desastrosas había llegado a un punto en qué todo se tenía que cortar de raíces.