- ¿Cómo se encuentra después del ascenso de su equipo a Segunda B?
- Estoy en una nube, sin querer bajar a la realidad.

- ¿Pudo dormir esa noche?
- La verdad es que no. Llegamos sobre las 4:00 de la madrugada y me levanté pronto para ir a almorzar.

- ¿Qué se siente al estar en Segunda División B?
- Mucha ilusión, por su puesto, y mucha más responsabilidad.

- ¿Cómo vivió el partido?
- Imagínatelo, con muchos nervios, sobre todo durante los últimos minutos por lo corto del resultado. Siempre tienes la tensión por lo pudiera pasar.

- ¿Y el post-partido?
- Por supuesto, con mucha alegría, con la celebración con todo el equipo y la directiva.

- Y, ¿a partir de ahora qué?
- Como comentaba, ahora toca trabajar e intentar no defraudar a nadie, con el objetivo de hacer un papel digno.


- La evolución del club en unos años ha sido increíble. De Primera Regional a Segunda B en cinco años, ¿cómo valora esto?
- La verdad es que al evolución ha sido demasiado rápida, pero parte de culpa ha sido del trabajo y del apoyo incondicional de nuestro sponsor.

- De jugar en campos de tierra a jugar en el Rico Pérez...
- Imagínate, jugar en campos de equipos de filiales de Primera División, de un histórico como el Hércules, un sueño.


- ¿Qué espera de la próxima temporada?
- Intentar mantener la categoría, aunque sabemos que va a ser muy difícil.


- ¿Hasta dónde puede llegar este proyecto?
- Por lo que es la estructura del club y la masa social, creo que ya estamos en el techo, pero seguimos con muchísima ilusión.