El colegio Pureza de María de Ontinyent celebró la inauguración del 125º Aniversario con un programa solemne y festivo con el que reafirman su legado educativo desde su fundación en la localidad. El acto conmemorativo reunió a la comunidad escolar con destacadas personalidades, un acto que ya es un hito en la historia del colegio.

La celebración comenzó con el tradicional photocall de bienvenida, que dio paso al discurso de apertura de la Hermana María Jesús Morenza Tato, superiora de la comunidad y titular del centro, quien puso en valor los 125 años de dedicación a la educación integral de la juventud de Ontinyent.

Autoridades y testimonio histórico
La trascendencia del aniversario quedó patente con la presencia de numerosas autoridades. Los discursos institucionales contaron con la participación del Obispo auxiliar Arturo García, en representación del arzobispo don Enrique Benavent, y de la H. María Luisa Costa, vicaría de la congregación, que viajó para la ocasión en representación de la Superiora General.

El ámbito civil estuvo representado por el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, quien destacó la inestimable labor del colegio en el desarrollo social y educativo de la ciudad a lo largo de más de un siglo. Uno de los momentos centrales fue el emotivo homenaje a la fundadora, la Venerable Alberta Giménez. Jorge Rodríguez también tenía palabras de recuerdo para quien fuera párroco de San Rafael, hijo adoptivo de Ontinyent, Luis Espí, de quien destacó su impronta pastoral en pro de las personas más necesitadas. 

El vínculo directo con el origen fue encarnado por Gonzalo de León Civera, tataranieto de la fundadora, cuyo testimonio personal emocionó a los asistentes.

Innovación, arte y legado 
La conmemoración miró tanto al pasado como al futuro. Tras una representación artística a cargo de Máster y la proyección de un vídeo conmemorativo que repasó las efemérides de estos 125 años, la exalumna Marina Gironés fue la encargada de desvelar y explicar el nuevo logo del aniversario. 

La jornada continuó con los testimonios intergeneracionales de exalumnos, que compartieron sus recuerdos y el impacto de la Pureza de María en sus vidas, sellando un compromiso de futuro para la institución.

El acto dejó patente el talento de la casa con una nueva representación artística a cargo de Ópera y una interpretación musical a cargo de diversos alumnos del centro. La jornada de celebración culminó con un vino de honor, que sirvió de punto de encuentro y alegría para toda la comunidad Pureza de María de Ontinyent.