Las directivas de todos los centros educativos de Ontinyent se reunieron el lunes con el concejal de Educación, Óscar Borrell, para preparar la vuelta al cole más extraña que se recuerda. 
Con el crecimiento imparable de los casos de covid-19, la seguridad es más necesaria que nunca por lo que, además de las medidas aplicadas por el Ayuntamiento con la entrada escalonada de los grupos en días distintos y el corte de las calles siempre que fuera necesario para evitar aglomeraciones, cada centro ha preparado también su propio plan de contingencia, adaptando a sus necesidades el plan educativo de la Generalitat Valenciana.
Así, los distintos centros consultados han afirmado tener distintas necesidades y nuevas normativas de seguridad siguiendo los consejos de Conselleria e Invassat.
En el Vicente Gironés, por ejemplo, han elaborado su plan de contingencia utilizado, entre otras medidas, el sistema de entrada relajada. Este sistema se basa en facilitar el acceso al centro desde unos 15-20 minutos antes para que los niños puedan ir entrando poco a poco. Para amenizar la espera, una vez dentro se les pondrá música o los tutores les contarán cosas. Cabe destacar que además en el centro ya contaban con distintas entradas por las que accedían al centro. El sistema de salida será similar al de entrada, alargando unos 15-20 minutos el tiempo que los alumnos pueden seguir en las aulas para una salida ordenada.
 También en el propio Vicente Gironés han dividido los baños por grupos, así a cada grupo de convivencia estable se le otorga una pila y un baño y sólo pueden utilizar ese. En cuanto a personal, se han visto obligados a engrosar en un grupo más el centro, por lo que requerían de un aula más y cuentan con un nuevo maestro. Cabe destacar, según informan desde la directiva del centro que el sistema no es inmóvil, y que en caso de detectarse que no funciona, se buscarán alternativas.
En el CEIP La Solana la entrada al centro se establecerá de forma distinta, ya que según afirman, en su caso sí que disponen de mucho terreno antes del acceso al centro, un centro al que, evidentemente y siguiendo la normativa de la Generalitat Valenciana, los familiares no pueden acceder. Una vez esté el grupo de convivencia junto se procederá a entrar en el aula. Hasta segundo de primaria, además, tendrá lugar cada día un círculo de bienvenida en el que todos los niños y niñas del citado círculo entrarán acompañados de su tutor. Los horarios serán flexibles y cada grupo entrará y saldrá en horarios distintos para evitar masificaciones en los pasillos.
La asignación de docentes en La Solana ha sido de 3 maestros para poder cumplir con la ratio permitido en esta vuelta al cole 2020/21. 
El tercer caso distinto es el de Lluís Vives, en su caso sí que han pedido al Ayuntamiento la utilización de espacios públicos, en este caso del parque de El Llombo, en el que harán la bienvenida, al menos durante el primer mes, aunque se podría alargar. El motivo es el poco espacio que hay entre la entrada al recinto y el acceso al edificio del centro, y como los familiares no pueden acceder, se hará el acompañamiento hasta el citado parque. Una vez ahí accederán en fila todos los miembros del grupo de convivencia estable y accederán a las aulas. En la misma fila no podrá entrar nadie que no sea del grupo de convivencia estable, un grupo que se delimitará dentro de los grupos de clase.
El hecho de que el centro se encuentre en una calle ya de por sí cerrada al tráfico, les permitirá dibujar las señalizaciones y delimitar los grupos de clase y de convivencia estable para que no se junten. Por último como se trata de un centro con pocos alumnos, no superaba la ratio, así que no han requerido nuevos maestros o aulas, eso sí, ha llegado una persona para ejercer como refuerzo en caso de ser necesario.
Estas medidas de cada centro se unen a las normativas comunes de la Generalitat, como puede ser el Aula covid, el espacio seguro, la separación de las mesas y sillas así como los geles hidroalcohólicos y el uso de las mascarillas a partir de 6 años.