Combinar el vino con el arte es el sello distintivo de la bodega ontinyentina Bebendos, que ha lanzado recientemente su nueva colección de etiquetas diseñadas por el pintor valenciano Juan Ripollés, para esta bodega de la Vall d’Albaida.
La bodega fue fundada en 2005 por el ontinyentí Antonio Cabedo Enguix, a quien le siguen sus hijos Luis y Tono, que con gran trabajo y esfuerzo están también al frente de la bodega y ayudando a mantener el legado de su padre.
Amparada por la Denominación de Origen Valencia, tiene en China y Taiwán el 80% de su mercado, aunque también exportan sus vinos a Holanda, Alemania y Bruselas.
Al ser una bodega joven, Cabedo tuvo hace 9 años la idea de diferenciarse, y decidió dar un giro y empezar a lanzar sus vinos con etiquetas diseñadas por artistas, mezclando así el vino y la pintura. El arte ha sido su forma de traspasar fronteras y de conquistar mercados de ultramar. “Los asiáticos no conocen nuestra escritura, así la pintura es nuestro idioma universal con el que pueden identificar mejor nuestros vinos”, explica Cabedo.
El ontinyentí se convirtió así en pionero en la Vall d’Albaida y dentro de su mercado potencial, el asiático. Ha expuesto estos vinos con etiquetas pictóricas en ciudades como Kaohsiung, Shenzhen, Shanghai, Zhongshan, y Hong-Kong con notable éxito, y ha sabido crear un nicho de mercado específico que rompe los esquemas de lo tradicional. Para el ontinyentí, esta fusión es como “vestir el vino”. En este sentido explica que “el vino es un arte en sí, saberlo elaborar y también degustarlo, y por ello creo que va muy ligado al arte”.
No obstante, introducir esta idea fue un reto arriesgado y difícil en los inicios. “La gente prefería etiquetas clásicas, muy tradicionales. Fui a muchas ferias sin demasiado éxito”, explica Cabedo. Lejos de tirar la toalla, el bodeguero decidió continuar en su afán de promocionar esta forma diferente de presentar los vinos, hasta que en una feria de Hong Kong, tres años después, encontró a su primer cliente y dio el salto. “Ahora no quieren etiquetas clásicas, sino de artistas”, explica Cabedo. Pintores taiwaneses como Lin Pai Hsi , españoles como Ripollés, Ferrán Enguix, Alferg, etc., forman un total de 8 colecciones de etiquetas, todas gustan y son muy atractivas siendo las más especiales las creadas por el pintor Ripollés por ser conocido mundialmente y por el estilo creado por el propio autor.
Cabedo empezó a trabajar con este artista en 2015. “La idea fue defender el vino de nuestra tierra con una buena imagen, y qué mejor manera de hacerlo que con un artista valenciano de proyección internacional como Ripollés”, destaca el gerente. La primera colección fue Martus, cuyo nombre se forma con las siglas “MAR, la Tierra, Uva y Sol”, con etiquetas que representan el carácter mediterráneo. Y, la segunda Vinotauro, con etiquetas inspiradas en un Minotauro de cinco patas, que da cuenta de la tradición, la cultura, la pasión, la creación y la fuerza española. La actual colección de Ripollés se inspira en la música, una disciplina a la que Cabedo tiene en mucha estima, ya que cursó estudios de Piano.
Bebendos y Ripollés han sabido fusionar sus inquietudes a la perfección. Ripollés, con su particular estilo, ataviado con su pañuelo en la cabeza y una ramita de romero entre los dientes, visitó esta semana Ontinyent. Para el artista, el feeling entre la bodega y sus pinturas ha surgido de manera natural, sin buscarlo, y la fusión de vino y pintura es para él “arte con arte”.
La producción de vino está ubicada principalmente en Ontinyent y en Fontanars dels Alforins, también en algunas zonas de Requena o Cheste. Aunque la esencia de los vinos de Bebendos se ubica en la zona de Fontanars.
Las variedades más comunes con las que Bebendos trabaja son Tempranillo, Monastrell, Merlot, Pinot Noir, Garnacha Tintorera, Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Moscatel, mientras que las bodegas de la comarca con las que más trabajan son Daniel Belda, Heretat de Taverners y Celler del Roure.