Las principales federaciones textiles europeas, entre las que se encuentran CIE y ATEVAL, han emitido un comunicado en el que lanzan un llamamiento a actuar de manera urgente ante el auge de la conocida como "ultra fast fashion" o moda ultra rápida.
Se refieren con este nombre al modelo impulsado por las grandes plataformas de comercio electrónico europeas, que supuso el año pasado 4.500 millones de envíos de productos importados.
Entre las consecuencias de este modelo que Euratex cita está la generación masiva de residuos textiles, fruto de la sobreproducción de prendas de vida muy corta; la presión sobre las pymes europeas, comprometidas con estrictos estándares sociales y medioambientales; es una amenaza para el comercio de proximidad, con la consecuente pérdida de vitalidad para los centros urbanos y además, en casos, denuncia, suponen prácticas contrarias a la normativa europea (fraude del IVA, falsificación y competencia desleal).
Por todo ello, desde el sector instan a las instituciones europeas a hacer efectiva la reforma del Código Aduanero de la UE; que refuercen los mecanismos de control y sanción, así como exigir a las plataformas de comercio electrónico que designen representantes legales autorizados, para poder hacerlas responsables de sus prácticas. También proponen introducir una fiscalidad específica para los envíos de pequeño valor y suprimir la exención arancelaria para importes de 150 euros, entre otras medidas.
Además, lanzan un llamamiento a los consumidores europeos "a los que se invita a optar por productos duraderos y apoyar a las empresas que invierten en calidad e innovación".
Llamamiento a la acción
Las federaciones europeas del textil y confección afirman que “la ultra fast fashion no puede convertirse en la norma. La Unión Europea tiene los medios y el deber de actuar de inmediato para proteger a sus empresas, a sus trabajadores y al medio ambiente”.
El Consejo Intertextil Español – CIE respalda de manera firme y decidida esta llamada de urgencia europea puesto que, la ultra fast fashion amenaza la competitividad de las empresas textiles que en España trabajan con rigor, innovación y un sólido compromiso social y medioambiental.