Ontinyent no es ajena al fenómeno de la crisis de la vivienda que hay en toda España y fenómenos como el del alquiler por habitaciones, a pesar de los precios desorbitados, parecen ya asentados en la localidad. Es más, cada día es más habitual encontrarse con obras nuevas destinadas exclusivamente al alquiler. Buen ejemplo de ello podrían ser varias fincas que se sitúan en los alrededores de la universidad con precios que oscilan desde los 200 hasta los 400 o incluso 450 euros. También serán destinadas al alquiler promociones que no tardarán mucho en ver la luz, como las de la avenida Ramón y Cajal.
Un problema, el de la escasez de vivienda, motivado por factores como el excesivo incremento que ha padecido la venta de la vivienda, el estancamiento de los salarios, la inestabilidad laboral o por el crecimiento exponencial en cuanto a los precios de la materia prima o de unos impuestos que no disminuyen y que se sitúan en torno al 25% en obra nueva y horizontal. En esta línea, el constructor Elu Mancebo explica que “la subida de los precios es lo peor que le ha podido pasar al sector, ha encarecido el producto y es un gran problema, ya que el precio de la vivienda está muy alto en comparación con los salarios”.
En este sentido, Salva Palau, de Kapitalia, indica que, hoy en día, “la oferta que hay es muy cara, con un coste de construcción de 1.500 euros el m2” y que podríamos estar en los albores de una crisis habitacional "con una demanda que no se va a poder satisfacer”. Por otra parte, Mancebo manifiesta que la falta de suelo por desarrollar es otro de los problemas que tiene Ontinyent. De todos modos, el que fuera presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de la Vall de Albaida cree que una de las demandas que en su día llevaron a cabo desde la asociación, como es la del suministro eléctrico, está cerca de solventarse y podría ser de gran ayuda en este aspecto.
En estos momentos, y hablando de la vivienda que hay disponible, podemos encontrar precios de pisos de 90m2 con garaje cuyo alquiler ronda los 750 euros o un piso en un tercer o cuarto, no tan renovado, con un alquiler que se sitúa entre los 400 y 500 euros. A nivel de compra sí que encontramos alguna que otra vivienda, pero la oferta es escasa en comparación con la de los bajos comerciales, por lo que, teniendo en cuenta que “construir un piso vale muchísimo”, tal y como expresa Palau, las personas se ven indirectamente forzadas a recurrir al alquiler.
Entre 200 y 350 por una habitación en Ontinyent
Con todas estas circunstancias, el alquiler acaba en ocasiones siendo por habitaciones, no de toda la vivienda. Esto es algo cada vez más habitual, no solamente en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona, sino también aquí en Ontinyent. Palau señala que es una actividad no regulada por ley, que la podríamos calificar como “alegal”, ante la incapacidad de una persona para alquilar un piso entero porque no cumple con los requisitos. En Ontinyent no se han llegado todavía a los 600 o 700 euros por habitación que sí que podemos ver en algunas zonas de Valencia capital, pero parece que ya se ha normalizado el pagar entre 200 y 350 euros por una habitación aquí en nuestra ciudad.
Otras inmobiliarias consultadas por este periódico subrayan que en poco tiempo, los últimos 3 o 4 años, la subida de precios que se ha vivido en el sector ha sido exponencial. Comentan que la situación “ha cambiado totalmente” y que “donde antes había bastante oferta, a día de hoy, la oferta es muy poca y la demanda es muy elevada”. Declaraciones que van acorde con lo expresado por Salva Palau, de Kapitalia, y que parecen mostrar que habrá un porcentaje importante de demanda que no se va a poder satisfacer, lo que podría dejar abiertas las puertas para una importante crisis habitacional.
La demanda es tal que, ahora mismo, tal y como indican estas inmobiliarias, “a pesar de los precios, se compra y se alquila muy rápido”. En estos momentos hay diferentes promociones activas en Ontinyent, con algunas que incluso deberían ver la luz en los próximos meses, por lo que será una buena oportunidad para ver si puede ser un primer paso para solventar este problema o, en contra, se agrava más una crisis habitacional que parece inevitable en todo el territorio nacional.