El pasado martes, día 22, como es tradición, tuvo lugar una nueva edición del Cant de la Sibil·la, en la iglesia de Santa María. Dadas las circunstancias de este año, la interpretación de este canto religioso medieval sobre el juicio final estuvo rodeado de todas las medidas de seguridad. Así, frente a la clásica imagen de una iglesia de Santa María llena de público y con un importante número de intérpretes (vocales e instrumentales) sobre el altar, en esta ocasión, el aforo se redujo a tan sólo 110 personas, que previamente tuvieron que retirar su entrada-invitación.
Con el público con mascarillas y con el resto de medidas de seguridad (distancia de seguridad, uso de gel hidroalcohólico), tuvo lugar el martes una edición del Cant de la Sibil·la en la que no faltaron la “Dansa de la mort”, a cargo del Grup de Danses, así como “les campanes de la Sibil·la”, y la “Marxa processional”.
La dirección musical corrió a cargo de Francesc Tortosa, mientras que de la dirección escenográfica y técnica se encargó la Colla de Campaners y de los bailes, el Grup de Danses Ontinyent, tres entidades que volvieron a colaborar para hacerlo posible.
Interpretaron a las tres sibilas Eva Mateu, Laura Valls y Cecilia Blanquer.