Pocos días quedan para que de manera oficial se sepa qué tipo de Fiestas van a poder celebrarse en Ontinyent. Tal y como desde Sanidad han dejado claro, unas Fiestas de Moros y Cristianos tal y como se conocen, con sus desfiles, bandas de música y aglomeración de público en la calle, están totalmente descartadas.
Ante esto, el pasado viernes, en la reunión de la Junta de Gobierno celebrada el pasado viernes, la Sociedad de Festeros trasladó a las comparsas la propuesta de suspender las fiestas y pasar los cargos y el orden a las Fiestas de 2022. Aunque pudiera parecer obvio, puesto que desde Sanidad no se iban a permitir unas Fiestas con todos sus actos, la propuesta implica pasarlas directamente al año siguiente y por tanto, descarta la posibilidad de celebrarlas en otoño, tal y como ha ocurrido con las Fallas.
Aunque en un principio se dio a las comparsas una semana para que contestaran, lo cierto es que algunas de ellas sí que han celebrado asamblea para valorar la propuesta, pero otras, especialmente las más numerosas, han convocado las reuniones para este fin de semana, por lo que desde la Sociedad de Festeros, su presidente, Vicente Pla, explica que será a principios de la próxima semana cuando obtengan los resultados de las 24 comparsas y partir de ahí, lo darían a conocer. El sistema de decisión es el mismo que el año pasado, aunque con la diferencia de que este año la situación sanitaria sí que permite el poder abrir las sedes festeras para reuniones (con un aforo máximo del 75%), por lo que muchas comparsas han pedido unos días más para poder celebrar sus reuniones este fin de semana.
Cabe recordar que la propuesta debería ser ratificada por un 80% de las comparsas, tal y como establecen los estatutos.
Además de pasar las Fiestas ya a 2022 y mantener los cargos y el orden, desde Festeros también se incluía en su propuesta la posibilidad de organizar actos lúdicos, religiosos, culturales, según la normativa en vigor en cada momento. En este sentido, apunta Vicente Pla, en el caso de salir adelante la propuesta, serían siempre actos que no comporten riesgo en cuanto a la masificación de personas y que tampoco supongan un gasto alto, para no levantar unas falsas expectativas y para no invertir un dinero que pudiera luego no poder aprovecharse si la situación empeorara y el acto finalmente no se pudiera realizar.
Además, los actos deberán ser previamente autorizados.