- Le ha tocado afrontar el cargo en un momento complicado por el covid-19...
- Sí, el año pasado sólo pudimos celebrar los actos litúrgicos, porque había limitaciones, pero decidimos que las Camareras tuvieran al menos estos actos. Este año sí que estoy disfrutando, ya no como cargo, sino acompañando a la Agrupación, y viendo cómo disfrutan y lo pasan bien: la alegría de vivir la Fiesta patronal de la Purísima.
- Cuando se le propuso ser presidenta, ¿dudó en decir que sí?
- Realmente, a mí no me tocaba ser presidenta, pero por circunstancias personales tres Camareras Mayores dijeron que no. No obstante, decidí que el trabajo que se hace al frente de la Agrupación de Camareras no se debía quedar vacío. Si hay una junta que trabaja, debe haber una Agrupación de Camareras que trabaje también. Entonces dije sí, adelante.
- La evolución de la pandemia ha permitido organizar más actos este año
- Sí, pero dentro de la evolución también tenemos unos límites. Este año también hay limitaciones, por ejemplo, en el Bou; en la Ofrenda también se quieren evitar aglomeraciones; la mascarilla... Echamos de menos el contacto físico, el poder abrazarnos, dar la enhorabuena. A pesar de todo, la Junta ha decidido que la Fiesta se debe hacer, dentro de unas precauciones, pero que se realice. La gente, el pueblo, nos ha pedido que haya Fiesta, tiene ganas de vivir.
- ¿Cuál es su función como presidenta?
- Lo que la Junta decide, lo transmito a la Agrupación de Camareras a través de las Camareras Mayores, que son las portavoces. Yo soy la portavoz entre la Junta y la Agrupación de Camareras.
- ¿La pandemia ha complicado su función?
- Ha sido más difícil porque la gente no quería salir de casa, por miedo. Entonces a la hora de realizar reuniones, si no acudían, debía ir una por una para avisar sobre las novedades que en la Junta se habían decidido. Noté la falta de contacto.
- ¿Cómo cambia de ser Camarera Mayor a ser presidenta?
- Es vivir los actos de la Purísima en sí, pero al ser Camarera Mayor, estás en una nube, todos te felicitan, te dan su enhorabuena, etc. Es un encuentro con las Camareras, es una familia; los maridos están ahí; es juntarse, ir a cenar, estar en los actos... Ahora mi función es ser portavoz y aconsejar a las Camareras desde mi experiencia.
- ¿Cuál es el acto que más ilusión tiene por vivir como presidenta?
- Yo siempre he dicho que la Ofrenda es para todo el pueblo, participa mucha gente, pero creo que el día de la Purísima es muy solemne y muy emotivo. Y después, la Procesión también. A nivel de fiesta, creo que el ‘Bou’ es primordial, pero creo que la Ofrenda y el Día de la Purísima son actos especiales, bonitos y emotivos.
- ¿Qué significa para Ud. la Purísima?
- Es que creo que la llevo en la sangre desde que nací. La madre de mi madre era muy devota de la Purísima, mi madre fue Camarera, mi hija Angelet, etc. Tanto mi familia como la de marido hemos estado ahí siempre. Entonces cuando me propusieron ser Camarera Mayor dije que sí, ya que no era desconocido para mí, porque desde bien pequeña lo he vivido.
- Suponemos que mucha ilusión después de que el año pasado no se pudiera celebrar la fiesta, ¿es así?
- Muchísima ilusión, porque la fiesta hay que abrirla, llevarla a la calle, porque es del pueblo, para que la disfrute. Hay una junta que está trabajando, preparando los actos, y tienen mucha ilusión de sacar la fiesta adelante. Tengo muchísima alegría y muchísima ilusión. La fiesta es patrimonio del pueblo, no se debe acabar y debe estar ahí.
- ¿Una ilusión de cara a estos días festivos?
- Que la promoción de Camareras lo viva, igual que las otras promociones lo han vivido. Y que la gente del pueblo, si hace buen tiempo, que lo disfrute. Pienso que es una fiesta por y para el pueblo.