La devoción por la enseñanza llevó a María Castro a fundar su propia academia hace 25 años. Cartagenera de nacimiento, estudió Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia, y circunstancias de la vida la llevaron a trabajar a Ontinyent, atraída por las oportunidades de trabajo en la industria textil.
Tuvo suerte y en tan sólo dos meses encontró un buen puesto en el departamento de Diseño de una empresa textil. Allí estuvo unos dos años, y pese a que estaba a gusto con sus compañeros y con la empresa, sabía que su verdadera vocación era la docencia. Descartó opositar, porque “cuando tienes esa devoción quieres que los alumnos tengan hambre por aprender”, y optó por montar una academia. Así, con 26 años fundó una academia en Valencia, en la prestigiosa avenida Aragón, pero luego volvería de nuevo a Ontinyent.
Su primera sede en la capital de la Vall d’Albaida fue en la avenida Almaig nº 11, hasta que el momento en que el local se quedó pequeño. Los grupos de Dibujo y Pintura, así como de repaso de Dibujo técnico, para todas las edades iban in crescendo. En búsqueda de un local más amplio, encontró una casa en la calle Sant Antoni. Amplia y diáfana, fue perfecta para su ampliación.
Entre sus actividades, la academia ha participado durante muchos años en el concurso Calzapinta, organizado por el Museo del Calzado de Elda; realiza cursos de verano en Carrícola; organiza el Concurso de Dibujo y Pintura de las fiestas de Sant Antoni de Ontinyent y exposiciones anuales. Además, lleva una década impartiendo cursos por ordenador, en aras de aptarse a las nuevas tecnologías.
En 25 años, María no se ha cansado nunca de enseñar, motivada por la satisfacción de ver que alguien aprende con ella, y, a la vez, de aprender de sus alumnos. “Soy de las que piensan que si trabajas en lo que te gusta, no trabajarás ni un sólo día de tu vida”, señala. Perfeccionista y exigente, se toma muy enserio su trabajo, aunque para muchos sea un hobby. Para ella el arte es algo “que te alimenta el alma”, explica. No obstante, se plantea un futuro más tranquilo, en el que pueda abordar su faceta de artista con el tiempo y espacio necesarios.
Pero, por el momento, la academia pretende seguir adelante, estando siempre a la vanguardia de las últimas novedades y manteniendo el espíritu inquieto propio de artistas como María.