Tras dos meses de lucha, el de ayer fue el último intento para que Conselleria de Sanitat rectifique y devuelva a Ontinyent el servicio de diálisis eliminó. María Modesta Pastor, desde el Consell Veïnal; Fina Bernabeu, representante de los afectados por la diálisis; y Mª Carmen Castelló, usuaria, entregaron en las oficinas del PROP un total de 2.000 firmas que, sumadas a las ya entregadas semanas atrás, suponen un total de 6.000.
Una suma importante pero que parece que no está haciendo ningún efecto en la Conselleria competente. Así lo explicaban ayer a LOCLAR las afectadas. “Nos sentimos defraudados por Conselleria”, afirmaba Fina Bernabeu, y apuntaba como indignante que “hayan firmado 6.000 personas en Ontinyent y la Vall d’Albaida y que no nos hagan caso”.
En este sentido, añadía, que les daba algo de “esperanza” el reciente nombramiento de Jaime Peris, quien fue concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Ontinyent, como nuevo director general de Infraestructuras dentro de la Conselleria de Sanitat, sin embargo lo único que se han encontrado es otra decepción. “Esperábamos que este señor”, refiriéndose a Jaime Peris, “hiciera algo, pero no ha sido así. Aquí nadie nos hace caso”, añadía Fina Bernabeu.
La representante añadía que intentó ponerse en contacto con Conselleria reiteradamente y que, en una de esas ocasiones le respondieron con el argumento de que, dado que el nuevo hospital incorporará la diálisis, “de momento no consideraban preciso tener este servicio en Ontinyent”, aseguraban Bernabeu. “Este servicio cada vez estaba más mermado, porque se derivaban a usuarios a Xàtiva o Alcoy cada vez más, a lo que se sumaba que el servicio tampoco salió a concurso”, señalaba. Aparentemente una dejación que finalmente ha derivado en el cese definitivo de este servicio en Ontinyent.
Mientras tanto, la necesidad de tratamiento de los usuarios, varios día a la semana, no cesa y han tenido que adaptarse, no sin molestias, a la nueva situación. De estar de 8:00 de la mañana a 13:00 horas, a estar de 6:00 a 15:00 horas. La supresión del servicio en Ontinyent “nos ha complicado mucho la vida”, asegura Mª Carmen Castelló.
Deben madrugar más que antes y pasar allí también más horas, ya que ahora dependen de una ambulancia, medio de transporte que comparten con otras personas, usuarias de diálisis o afectadas con otras patologías, lo que supone mayor exposición al contagio de coronavirus teniendo en cuenta que son personas de riesgo.
Cansados ya de pelear y con una mezcla de indignación e impotencia, “vamos a hacer un último intento”, aseguraban ayer. El próximo paso será esperar a una posible respuesta de Conselleria, para lo que no tenían nada de esperanzas. “No creo que nos contesten, o no saben escribir o no tienen teléfono, o no se acuerdan de nosotros”, comentaba Fina Bernabeu. Y añadía “que no se molesten en venir a Ontinyent a realizar mítines-refiriéndose a los políticos en general-porque están engañando a todos los ontinyentins y a todos los ciudadanos de la Vall d’Albaida”, concluía.
