Parece que los robos en el diseminado se están convirtiendo en una dinámica habitual. El pasado sábado, 20 de enero, en un corto período de tiempo, se registraron al menos 3 robos, dos en el camí de La Moneda y uno en Pla de Ponce, según fuentes de la Policía Local.
Otras fuentes consultadas por este periódico señalan que hubo al menos 4 robos y un quinto frustrado por un alarma de seguridad. Los robos empezaron por la tarde, a partir de las 19:00 horas y los ladrones actuaron en las zonas indicadas en poco menos de dos horas. Los propietarios no se encontraban en las viviendas en el momento del robo, lo que hace indicar que los ladrones estaban vigilando. “Aprovecharon las horas en las que bajas de la casita para tomar una cerveza con los amigos”, relata una de las víctimas.
El modus operandi parece ser el mismo en los tres casos y el objeto de robo: joyas, dinero y objetos de gran valor, como relojes. En todas las viviendas los propietarios se encontraron con todo revuelto al llegar a casa, con importantes destrozos, incluso en una de las casitas llegaron a arrancar de cuajo el marco de una ventana al no poder romper el cristal.
Desde el mes de noviembre los robos se han convertido en un goteo constante, en fechas señaladas como la Feria, el día de la Inmaculada o la noche de Reyes. Los ladrones aprovecharon que la gente estaba fuera de sus viviendas para irrumpir y robar. La tarde-noche del 24 de noviembre, viernes de Feria, se registraron al menos 7 robos en el camí dels Presos, de la Garnacha, Bonavista, Moixent y partida de Beniatjar (Agullent). Otro episodio tuvo lugar la tarde-noche del viernes 8 de diciembre, día de la Inmaculada, en el que se registraron al menos 4 robos en el camí dels Presos, de la Garnacha, Bonavista y de la Moneda. Una tercera oleada tuvo lugar el pasado día 5 de enero, durante la tarde de Reyes, en el que se contabilizaron 3 robos, dos en el camí Bonavista y uno en la Verónica.
Los afectados muestran su indignación con lo sucedido, y denuncian la escasez de medios de la Guardia Civil, que es la que se encarga de estas diligencias en el diseminado de Ontinyent. Reclaman un refuerzo de vigilancia en las zonas susceptibles de robos porque esto supone “una inseguridad y un miedo constante”.