Desde que se decretara el Estado de Alarma, la Asociación Cáncer Ontinyent, ANIMA, ha tenido cerradas sus puertas, unas puertas que volverán a abrirse, aunque de forma distinta, la próxima semana.
Los geles hidroalcohólicos y las pantallas protectoras presentes en cada mesa y cada rincón del centro presiden una vuelta a la actividad que, al menos de momento, no será normal. Y es que desde ANIMA consideran que “al final no podremos dar abrazos ni juntar a los grupos para que se apoyen entre ellos”, uno de los actos más reconfortantes según explicaba la psicóloga Sonia Francés.
Han sido unos meses duros, distintos, en los que el trabajo de la psicóloga se ha multiplicado, ya que en cualquier momento del día estaba disponible para los miembros de ANIMA, tanto los usuarios como los familiares, que necesitaran hablar. Más duro fue para aquellos que estaban empezando y quienes que la covid-19 privó de esos abrazos que, nunca mejor dicho, te animan.

Reuniones on-line durante el confinamiento
Durante los meses de pandemia se han hecho constantes reuniones on-line, tanto de la junta directiva del centro para ver cómo enfocaban las semanas venideras, como con los usuarios, a los que se intentaba que no sintieran tan fuerte el duro cambio de tener apoyos constantes a encontrarse aislado de las personas o grupos que le ayudaban en la lucha. Según comenta Sonia Francés, psicóloga de ANIMA, parece que funcionó, ya que muchos nuevos usuarios, comenta, “me daban las gracias aunque nunca nos hubiéramos visto”.
Las actividades en grupo evidentemente se suspendieron, al menos las presenciales, ya que de forma telemática mantuvieron las reuniones, tanto de charlas explicativas como de relajación. Durante estos meses recibieron muchas llamadas, según comenta la psicóloga, pidiendo ayuda por la ansiedad por el duelo, ya que lamentablemente, confirma que “durante estos meses hemos perdido gente”.
Respecto al posible incremento de casos de cáncer estos meses e incluso de complicaciones y posibilidad de que el cáncer creciera en Ontinyent debido a las complicaciones para acudir al hospital, comentan que no crean que haya pasado, ya que Ontinyent es un hospital no covid y que además oncología tiene un acceso propio por lo que afirman que “nadie se ha quedado sin asistencia durante este tiempo”.

Los meses que vienen
De cara a las actividades que se van a poder realizar estos meses tras la reapertura del centro, desde ANIMA comentan que de momento sólo se van a llevar a cabo visitas individualizadas y siempre con cita previa y piden que, a poder ser, no vayan con acompañante, para evitar que pase más gente por el centro en una situación tan delicada como la actual.
Han limitado los horarios de recogida de pelo para que el centro no esté a todas horas transitado de gente que quiere colaborar, siempre pensando en el bienestar de los usuarios y sus familias. Además, también han eliminado la atención domiciliaria por el mismo motivo: buscar cuanta más seguridad mejor.
Si la situación de covid-19 mejora en la ciudad de Ontinyent, desde ANIMA se irían planteando empezar a hacer algunas sesiones de grupo.

Sentimiento de uno de los usuarios
Uno de los miembros de la junta, Santi Sais, también es un usuario diagnosticado con cáncer. Santi explica que “yo en mi caso he estado tranquilo, salvo cuando se dijo que era una gripe normal y luego leí que era la más contagiosa y mortal”, ahí sí que se asustó debido sobre todo a ese cambio radical de sentir.
Sais cuenta que ha pasado esta situación, y sigue pasando, con mucha prudencia y que le han ayudado esas actividades puntuales y periódicas que de forma telemática se realizaban. Respecto a si se sentía vacío por no tener ANIMA, comenta que “no creo que más que el resto, al final no fue un caso puntual de la Asociación, cerraron todo en el país”, matizando que “si el centro hubiera cerrado por otro motivo y el resto hubiera seguido normal sí que se hubiera sentido más que faltaba algo”.
Respecto a esa atención individualizada comenta que “ahora es lo que toca hacer” y matiza la psicóloga Sonia Francés que “los usuarios entienden la situación, a pesar de las ganas que tienen de juntarse en grupo y de ver cómo la sociedad ha ido volviendo un poco a la nueva normalidad mejor que los familiares”, de quienes dice que “sí que se preguntan más el hecho de por qué no podemos juntarnos como el resto de la gente para que les demos apoyo”.
Respecto a cómo serán esas calurosas bienvenidas con abrazos y besos cuando toda la situación del covid termine, comentan que “cada persona se lo tomará de una manera y habrá que respetar todas las decisiones”.