El jueves, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, visitó el nuevo hospital de Ontinyent. Era la primera vez que un president de la Generalitat Valenciana lo visitaba, puesto que el anterior president, Ximo Puig, nunca llegó a visitarlo. De hecho, dejó el cargo con las obras suspendidas. Por eso, y otras muchas cosas, era un día importante para Ontinyent, que se convirtió en epicentro institucional y político durante el 3 de agosto, tal y como se podía apreciar por la cantidad de medios de comunicación llegados desde el “cap i casal”.
La visita sirvió para demostrar la precipitación de la inauguración del nuevo hospital, en mayo, justo en campaña electoral. La elección de visitar la infraestructura clave y por la que Ontinyent había luchado durante muchos años no era casual.
Cabe recordar que el nuevo hospital está abierto desde el 16 de mayo, pero solo la parte de Consultas Externas. Durante la visita se pudo constatar que la instalación estaba abierta y en aparente funcionamiento normal: la ciudadanía entraba y accedía a la zona de consultas, tras subir una escalera, con total normalidad. La amabilidad del personal que con una sonrisa explicaban a la ciudadanía cómo acceder a la zona de consultas. Espacios diáfanos que contaban con luz artificial, pero también con luz natural donde los pacientes y el equipo médico interactuaban. El presidente Carlos Mazón y el alcalde de Ontinyent escuchaban atentamente a la gerente del departamento de salud explicar la organización del hospital, al tiempo que les presentaba a los médicos de las distintas especialidades allí presentes.
Pero, en un momento de la visita los espacios diáfanos y con luz natural dejaron paso, para sorpresa de todos los presentes en esta visita, a zonas sin luz, aún en obra, con cables y tubos a la vista. De hecho, había que jugar con la imaginación para visualizar la zona de quirófanos, pues no existían. No es que faltara el equipamiento, es que el espacio en si estaba por terminar. Fueron las linternas de los móviles y los focos de luz de las cámaras de televisión quienes nos mostraron la realidad oculta hasta el momento.

El suelo en obras y lleno de polvo que debía ir mirándose a cada paso sin perder de vista que los cables del techo estaban a la vista. Esto es lo que los visitantes, incluidos los periodistas, pudieron comprobar de la parte oculta del Hospital. Una visita que ahora se refleja en estas imágenes y que permite poder ver, contar y entender que la paralización de las obras, allá por junio, era grave. El presidente de la Generalitat Valenciana, junto con el Conseller de Sanitat hablaban con la empresa. Las caras de sorpresa eran la reacción común a esta visita que reveló el estado en el que el Botànic había dejado el hospital.
La visita, además, dejó numerosas reacciones políticas. En este sentido, des de Ens Uneix afeaban las declaraciones del diputado del PSPV, Rafa Simó, sobre el hospital de Ontinyent porque “Simó no sabe que las obras del hospital de Ontinyent están paradas desde hace meses, que el Botànic intentó abrir a toda prisa para las elecciones y que el ex President Ximo Puig se desentendió del hospital de Ontinyent hasta el punto de no visitarlo nunca”. Para Ens Uneix, “que un presidente de la Generalitat venga a dar explicaciones sobre la situación del hospital de Ontinyent entra dentro de la normalidad: lo anormal es lo contrario, que se paren las obras de un hospital y nadie dé una explicación".
Un hospital por terminar que aún tiene pendiente un modificado de tres millones de euros y otros cinco millones de euros para equipamiento. Un hospital que se abrió con prisas y por terminar como si la atención médica se pudiera prestar a medias. La parte oculta del hospital que hoy les mostramos en LOCLAR es la realidad del nuevo hospital de Ontinyent y que deja claro que queda aún mucho trabajo por hacer.