Terminado el año 2016, el balance en cuanto al sector de la construcción deja un total de 108 licencias de obras de obras mayores y un total de 399 de obras menores. Por obras mayores se entienden aquellas actuaciones de nueva planta o de ampliación en superficie, volumen o altura de edificaciones existentes. También se incluye la rehabilitación integral (no parcial) de edificaciones ya existentes. Para solicitar la licencia de obra mayor se requiere un proyecto técnico suscrito por facultativo competente y visado por el colegio oficial.

En este tipo de obras, el incremento ha sido del 9’09% si se compara con las 99 licencias que se concedieron en 2015 y del 25’5% respecto a los datos de 2014 (86 licencias mayores). Es decir, que este tipo de licencia de obra, que es la que más gasto conlleva y por tanto, también más actividad económica genera, lleva dos años aumentando en la ciudad.

Por su parte, el año 2016 cerró con un total de 399 licencias de obras menores, lo que supone un incremento del 21’64% si se tiene en cuenta que el año 2015 cerró con 328 licencias. El incremento de 2016 es del 7’25% respecto a 2014, cuando se concedieron un total de 371 licencias de obras menores en Ontinyent.

Se entiende por obra menor aquellas que, por razón de su sencillez técnica y escasa entidad constructiva y económica, pueden ser consideradas como tales, incluidas las de modificación de la disposición interior de los edificios. No se consideran obras menores aquellas que impliquen modificación de usos.


Por primera vez se supera el centenar de licencias de obras mayores desde el inicio de la crisis

Hay que tener en cuenta que en cuanto a las licencias de obra mayor concedidas, en el año 2008 se quedó en las 142, pero desde ese año empezó a bajar como consecuencia de la crisis para quedar en alrededor de 70 en los ejercicios posteriores. En el año 2011 se puso en marcha la llamada declaración responsable; al año siguiente la cifra de licencias de obra mayor concedidas se quedó en 72; el año siguiente la cifra fue muy baja, con 67 licencias; ya en 2014 subió hasta las 86, para seguir aumentando los dos años siguientes.

Según Jaime Peris, que las licencias de obras menores se hayan quedado al borde de las 400 en 2016 “es importante y positivo, pero las obras mayores suponen un gasto económico mucho más elevado, por lo que superar el centenar por primera vez desde que empezó la crisis es una excelente noticia”.

Según Eleuterio Mancebo, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Ontinyent y la Vall d’Albaida, los datos reflejan “que ha habido una mayor actividad, aunque no aún en la medida que nos gustaría”. Entre las claves que explican este incremento de las licencias de obras, tanto mayores como menores, Mancebo explica que en el caso de las menores, la bonificación del 95% de la licencia para obras inferiores a 60.000€ ha tenido efectos muy positivos, de ahí que desde la asociación propongan que esa cantidad se incremente para que obras de mayor presupuesto puedan también acogerse a las bonificaciones, tanto las obras menores como las mayores. En segundo lugar, añade Eleuterio Mancebo, el poder solicitar las licencias a través de la declaración responsable “también ha ayudado y ha agilizado mucho los trámites”. Las partidas destinadas por el consistorio, junto con otras administraciones públicas como la Generalitat Valenciana y el ministerio de Fomento, han sido también un aliciente para la realización de obras, explican desde la asociación. 

A pesar de que las cifras son consideradas desde la Asociación de Constructores y Promotores de Ontinyent y la Vall d’Albaida como “positivas”, explica Eleuterio Mancebo que “el sector aún no ha despegado, sino que sigue aún con cierta cautela y prudencia”.

Desde la Asociación de Arquitectos de Ontinyent, su presidente, Helios Gisbert, explica que “es cierto que hay un repute, pero aún no una reactivación fuerte”. Gisbert añade que la mayoría de licencias concedidas “son reformas y en otros casos están condicionados a las subvenciones. En la actualidad, la intervención pública aún continúa siendo muy necesaria para que el sector de la construcción se reactive y también para fomentar el mantenimiento de muchos edificios”, explica.

Ingresos en ascenso 

En cuanto a los ingresos contemplados en las liquidaciones presupuestarias, han aumentado los últimos cinco ejercicios, excepto en 2012, cuando se ingresaron 147.000€ por la licencia de obras del nuevo campus. Sin tener en cuenta este ingreso, la evolución es ascendente: 61.673€ en 2011; 92.231 € (2012); 108.937€ (2013); 152.090€ (2014), 192.633€ (2015). En el 2016 se han superado los ingresos inicialmente previstos (198.000€) para llegar a los 203.000€.

El concejal de Hacienda, Joan Sanchis, explica que son cifras “que constatan que la actividad económica va aumentando año tras año y que la respuesta a los incentivos promovidos por el gobierno de Ontinyent es buena”, en referencia a las bonificaciones del 95% para las licencias de obras menores o los planes de rehabilitación.