- ¿Cómo llegó a Alemania?
- Cuando terminé el grado de Biología en la Universidad de Valencia, barajé opciones y estaba entre dos cosas: Neurociencia y Microbiología. Finalmente, la capacidad de las bacterias de hacer cualquier cosa y adaptarse a cualquier ambiente me parecía algo maravilloso, así que decidí irme a Barcelona a cursar el máster en Microbiología. Tenía claro que quería dedicarme a la investigación y pensé en irme fuera. Estuve mirando ofertas y hace tres años, justo por estas fechas estaba en Holanda haciendo la entrevista para el puesto de trabajo que tengo aquí. Está siendo una experiencia maravillosa, he aprendido mucho y he conocido a mucha gente.
- ¿En qué localidad reside?
- Estoy en Greisfwald, una ciudad más o menos como Ontinyent de grande, que se ha fundado alrededor de la Universidad y que está al lado del mar Báltico. Yo trabajo en el Instituto de Microbiología de la Universidad de Greisfwald. Mi proyecto está englobado dentro de la red Marie Skłodowska-Curie (MSCA), que está dentro de los proyectos de investigación de la Unión Europea, junto a centros de investigación de diferentes países y empresas. Cada laboratorio tiene un doctorando. Cuando hicimos las entrevistas a cada uno nos enviaron a un puesto, por tres o cuatro años, con compañeros que no conoces de nada y con los que acabas haciendo amistad, porque están en la misma situación que tú.
- ¿Qué destacaría de esta ciudad?
- Es una ciudad bastante desconocida, pero es un sitio tranquilo, y lo más destacado es que, para un pueblo como este, que es igual de grande que Ontinyent, las instalaciones científicas que hay son increíbles. Las máquinas que tenemos aquí cuestan, por decir algo, medio millón, y en todo el edificio habrá unas 30 máquinas así.
- ¿Qué es lo que está realizando en concreto?
- Mi parte es trabajar en las cosas invisibles de la Biología molecular. Comúnmente se piensa que los genes son los que hacen todas las funciones y hablamos diciendo que "yo me comporto así porque lo llevo en los genes". Los genes no son al final los que hacen el trabajo. Las proteínas son las que llevan a cabo el trabajo de las células. Lo que hacemos nosotros en concreto es mirar todas las proteínas que están al mismo tiempo dentro de una célula. Nosotros vemos como la foto entera.

- ¿Qué aplicaciones tiene?
- Esto se puede aplicar a la producción de proteínas de manera industrial, lo que se llama Biotecnología. Una de las cosas que pasa a veces es que las proteínas son las que están fallando en muchas enfermedades. Por poner un ejemplo, la insulina en caso de la diabetes, es una proteína y se produce a nivel industrial en bacterias. Nosotros trabajamos en intentar llevar la producción de nuevas proteínas a bacterias, porque producir con bacterias es relativamente fácil, barato y sencillo.
- ¿Cómo es el equipo con el que trabaja?
- Somos 15 componentes. Uno de los requerimientos para formar parte del proyecto es que debes estar moviéndote de un país a otro, por lo que, como español, no puedo estar trabajando en España. Aquí hay más españoles, porque al científico español se valora bien, aunque en España no tanto. Además, hay italianos, alemanes, un indio, un venezolano, una turca, un belga, una griega... Tenemos un poco de todo.
- ¿Cómo es su vida allí?
- He vivido dos años de pandemia aquí, y la vida se ha parado en todos los sitios. Tengo mi apartamento y vivo solo sin compartir, que es una gran ventaja respeto a una gran ciudad. La vida es muy tranquila, y la distancia social viene un poco ya por defecto, pero si haces tu grupo y vas haciendo cosas con ellos, hace que todo sea más llevadero.
- ¿A qué le costó más adaptarse?
- Lo que me impactó al llegar fue la burocracia alemana. Parecía que estuviera haciendo una yincana todos los días. En cada trámite, ibas a un lugar y te enviaban a la otra punta de la ciudad. Por otro lado, aunque estereotípicamente se dice que los alemanes son muy fríos, a mí siempre me han tratado muy bien y de manera amable, aunque es verdad que a la hora de trabajar marcan mucho la distancia entre el lugar de trabajo y la vida social. Yo preguntaba, por ejemplo, si les gustaba alguna película y no te daban conversación, te cortaban y ya está. También me decían que soy muy tocón (ríe).
- ¿Cómo lleva el idioma?
- Con la pandemia no he tenido tanto tiempo para hacer clases, y aquí trabajo con otro compañero que también es español. Podemos defendernos y mantener pequeñas conversaciones en alemán, y estamos aprendiendo, pero es difícil.
- ¿Qué es lo que más le gusta de allí?
- Una de las cosas que más me gusta es que me dan mucha libertad a la hora de trabajar. A veces, hay gente que considera que es horrible, pero a mí me encanta.
- ¿Tiene fecha de fin su estancia allí?
- En el momento en que acabe el doctorado, me iré. No es que tenga pensado ir a España, porque la situación científica está como está, pero al menos algo que esté mejor conectado con Valencia o Alicante, porque cada vez que vuelo es un día entero de viaje. Por ejemplo, ciudades como Copenhague están más lejos, pero las conexiones son mejores.
- En este tiempo de pandemia, ¿ha podido venir a Ontinyent?
- Sí, en 2020, cuando todo estalló tienes esa incertidumbre de qué hacer. En verano sí bajé porque estaba todo mejor, y fue un descanso poder ver a la familia, amigos e ir a la casita, que es algo muy del pueblo. Después del verano ya estuvo todo más complicado, y desde agosto de 2020 hasta mayo del año siguiente, no veía el momento de volver, hasta que para el cumpleaños de mi madre bajé. Necesitaba un cambio, estar en casa, la comida...
- ¿Qué es lo que más echa de menos?
- Yo la verdad es que sigo adelante siempre con lo que tengo, con cuatro palos me monto una cabaña (ríe)... Pero sí que es verdad que tener lejos a la familia es algo que pesa mucho, ya que los abuelos ya tienen una edad, que no estás con tus padres y amigos, que hay cambios y que tú no estás ahí para verlo; la comida, y la manera de ser de las personas de Ontinyent y los valencianos en general, esa forma tan alegre de ser... la echas de menos.
- ¿Tiene pensado regresar de visita?
- Estoy en ello. Tengo pensado volver, pero como estoy con los últimos pasos del Doctorado, el 'planning' está muy ocupado siempre, pero creo que al final también habrá que parar y coger unos días. Una opción que te da el proyecto es la posibilidad de ir a otros laboratorios a hacer experimentos. Estoy a la espera de ver qué fechas me dan para irme a Reino Unido, y una vez me den las fechas creo que me pediré vacaciones.
- ¿Qué planes de futuro tiene a nivel laboral?
- Está claro que la carrera científica es muy complicada, pero a mí me gustaría continuar en la investigación. Esto lleva inestabilidad, pero también es un mundo muy bonito. Trabajar en investigación es una de las cosas más bonitas, porque estás descubriendo los misterios que hay detrás de cómo funciona la vida. A mí me gustaría continuar. A lo mejor llega un momento en que me compensa algo más estable, pero estoy abierto a continuar en la investigación.