El Ayuntamiento de Ontinyent ha completado las obras de recuperación de la senda que une la Font de la Puríssima con el parque de los Donante de Sangre (en las inmediaciones del matadero), que se han ejecutado durante los últimos dos meses y que desde el martes está abierto al paso de peatones.
Las obras han tenido un presupuesto de 48.380 euros y han permitido eliminar peligros, mejorar la comodidad del paso y acondicionar la zona de recreo en el mirador existente a mitad del recorrido, además de instalar una nueva pasarela para cruzar el barranco en seco.
Durante su visita a las obras, el concejal coordinador de Territorio, Joan Sanchis, explicaba que los trabajos se han realizado según las condiciones establecidas por la Confederación Hidrográfica del Júcar, y suponen “una mejora muy interesante para disfrutar de la naturaleza sin tener que hacer grandes desplazamientos desde el centro urbano, ya que este tramo recuperado tiene acceso desde el parque Donantes de Sangre y desde la Conterería. Además, conecta con la zona verde de 2.000 metros cuadrados recientemente creada junto a la avenida San Francisco”. El concejal de Parques y Jardines, Manuel Cuesta, recordaba que ha sido una obra “compleja pero necesaria”.
Los trabajos empezaron con la demolición de un gran bloque de piedra para evitar peligros de desprendimientos. En esta fase, el colegio La Concepción prestó el espacio necesario para instalar la grúa que realizó estos trabajos. Retirada la piedra se procedió a la limpieza y desbroce de toda la longitud de la senda, así como la retirada de ramas, hojas y otros elementos vegetales y vallas de madera deterioradas.
La actuación ha incluido la adecuación de la senda por medio de excavación mecánica y manual para reducir el riesgo de desprendimiento de tierra, así como para adecuar la anchura de la senda, y el anclaje de les escalones al suelo para posibilitar el acceso de peatones. También se ha colocado una valla de madera procedente de explotaciones forestales sostenibles para evitar caídas.