- ¿Por qué decidió marcharse a Francia y desde cuándo lleva allí?
- Al acabar la carrera vi que muchos compañeros de mi promoción empezaron a preparar los papeles para poder trabajar allí. En verdad, no tenía pensado venirme a Francia, pero lo hice por si algún día lo necesitaba. Como tuve malas experiencias laborales en España, decidí aventurarme en 2014, aunque los primeros años solamente me quedaba unos meses para poder ganar dinero y experiencia y volvía a España para intentarlo de nuevo. En 2018 decidí instalarme para trabajar en Francia de forma permanente, sin tanta ida y venida.
- ¿Cuál es su trabajo?
- Soy graduada en Fisioterapia por la Universidad de Valencia, y tengo un máster en Fisioterapia Deportiva. Actualmente, estoy trabajando en un hospital público, especialmente con gente de la tercera edad de patologías muy diversas. Me ha sorprendido este trabajo porque nunca pensé que dedicarme a la Geriatría me gustaría tanto. Es gratificante de ver como alguien que se ha caído y se ha roto la cadera puede volver a andar gracias a la rehabilitación.
- ¿Cómo describiría la localidad donde reside?
- Vivo en Niort, que se encuentra en el departamento de Deux Sèvres, en la costa atlántica. Y reconozco que una de las cosas que más echo de menos allí es no tener cerca el mar Mediterráneo. El Atlántico se encuentra a 45 minutos en coche, pero no es lo mismo, las playas no son tan bonitas, el agua no es tan clara debido a las mareas. También tiene cosas para visitar, como el Marais Poitevin, conocido como la “Venecia Verde”, caracterizada por sus canales y paisajes tranquilos. Es popular para el turismo ecológico y actividades al aire libre como paseos en barca y ciclismo.
- ¿Qué es lo que más le costó a la hora de adaptarse?
- Pues la verdad es que soy una persona que me adapto bastante rápido. Al principio los horarios de las comidas, especialmente a mediodía, fue de lo más complicado porque en Francia se come antes, pero al final te adaptas porque tu ritmo de vida cambia. Cuando acabas de trabajar y ves que aún tienes muchas horas para ti es muy reconfortante. Algo a lo que aún no me acostumbro es a la falta del ambiente en la calle, las terrazas. España se caracteriza mucho por pasar horas en las terrazas, a tomar algo con los amigos, la gente sale más que en el resto de Europa.
- ¿El idioma fue algo complicado?
- Mi nivel de francés era bastante básico, lo que estudié en el instituto. Yo siempre había sido muy buena en inglés y pensaba que en Francia hablaría también inglés y que así podría comunicarme. Pero no, no se habla inglés, por lo que tuve que aprender rápido. No hice ningún curso y aprendí hablando con los pacientes y compañeros de trabajo en mis primeros cuatro meses. A día de hoy, sigo aprendiendo, es una lengua muy rica y aunque lleve más de 6 años allí siempre se aprende vocabulario nuevo.
- ¿Cómo es el nivel de vida? ¿Diría que los sueldos compensan?
- Que los horarios sean bastante mejores que en España es un punto muy grande para la calidad de vida. También tengo muchas más vacaciones, y todo eso va acompañado con el sueldo. En cuanto a las cosas básicas como comida, gasolina, electricidad… tampoco hay una diferencia enorme con España, viendo que todo está aumentando de precio.
Pero es cierto que se pagan muchos más impuestos. Yo, por ejemplo, pago de impuestos prácticamente lo que equivaldría a un mes de salario.
- ¿Cómo es el mercado laboral respecto a España?
- Bueno, puedo hablar específicamente de mi profesión. Los fisioterapeutas tenemos la gran suerte de tener una salida laboral muy importante en Francia, con la cual, además de ganar dinero y experiencia, tienes la posibilidad de ganar puntos si se tiene un empleo en la sanidad pública, para posteriormente poder optar a tener un empleo en la sanidad pública española. Eso fue lo que me lanzó a trabajar en un hospital. Una vez allí vi la calidad de trabajo en cuanto a horarios, vacaciones, la tranquilidad que representa tener un CDI, es decir, un Contrato de Duración Indeterminada, lo que sería tener un trabajo fijo. Y, además, tener la posibilidad de poder cambiar fácilmente de trabajo dada la escasez de fisioterapeutas que hay. Eso es algo impensable aquí en España en la actualidad.
- ¿Cómo se organiza la sanidad? ¿Es pública como en España?
- El sistema de sanidad en Francia es conocido por su alta calidad y accesibilidad. Ofrece cobertura universal para todos los residentes legales, gestionada por la Seguridad Social francesa. Se financia a través de contribuciones de empleados y empleadores, impuestos generales y contribuciones de jubilados y autónomos. Los pacientes pagan una parte de los costos, pero estos son en gran parte reembolsados. Además, el sistema combina seguro de salud público y privado para garantizar una cobertura integral.
- En cuanto a la vivienda, en España se está experimentando una fuerte subida de precios, tanto en la compra como en el alquiler, que no está equiparada a los salarios, ¿pasa lo mismo allí?
- En Francia tanto los alquileres como las compras están a precios muy altos. Cuando se compra una vivienda hay que ser consecuente con ello y saber que va a poder pagarse con su salario. Es decir, si yo gano cierta cantidad al mes, soy consciente de que mi salario me va a permitir una vivienda de determinadas condiciones, no voy a poder pagar aquello que supere mis límites. No obstante, creo que el precio de la vivienda es más o menos asequible para todos. Yo misma acabo de comprarme una casa hace varios meses y lo he hecho sabiendo cuáles eran mis condiciones para poder hacerlo.
- En lo referente a la alimentación, ¿qué comida es típica en Francia o en la zona donde reside? ¿Cómo están los precios de la cesta de la compra básica?
- Lo que más echo de menos de España es justamente la comida. Me encanta la comida española. Ningún plato francés se puede comparar a unas buenas croquetas de jamón o una buena paella valenciana. Para los franceses, la paella lleva siempre además de arroz y pollo, chorizo, marisco y guisantes. Evidentemente, aún no me he atrevido a probarla y dudo que lo haga. Sin embargo, la cocina francesa tiene mucha fama internacional. Mi plato favorito es el confit de pato, que es empleado frecuentemente en Francia para una diversidad de platos. Respecto a la cesta de la compra, actualmente no hay una diferencia de precio enorme entre ambos países, aunque reconozco que cada vez que bajo a España en coche, vuelvo con el maletero lleno de la compra de nuestros supermercados.
- ¿Qué imagen tienen los franceses de los españoles?
- Pues la verdad que como en cualquier país, se dejan llevar muchos por los tópicos. Me ha ocurrido varias veces con pacientes que, al decirles que soy española, la respuesta ha sido “olé, torero”. No obstante, todo de risas y buen ambiente. En general, creo que tienen una buena imagen de nosotros. Al fin y al cabo, somos el país de al lado y aunque siempre exista cierta rivalidad y competitividad, todo es con mucho respeto y en un ambiente cordial. En general, les gusta mucho España.
- ¿Qué es lo que más le gusta del país donde reside? ¿Y lo que menos?
- Me gustan mucho mis condiciones laborales. Es por lo que vine y es una de las razones por las que me quedo. Cuando estás acostumbrado a cierto nivel de vida, no es tan fácil cambiarlo por algo de peor calidad. Pero, evidentemente, no es solo por eso.
Aquí he podido conseguir un equilibrio entre vida laboral y vida personal. He intentado integrarme de la mejor manera posible, incluso participando en concursos de fotografía organizados por el Ayuntamiento de Niort, en los que he quedado incluso ganadora en uno de ellos. Francia es un país muy rico en historia. Me encantaría poder visitar cada uno de los castillos que hay aquí y conocer los acontecimientos que se desarrollaron en cada uno de ellos.
No hay nada que realmente no me guste de Francia. Quizás el clima, no es que sea muy malo en mi región, pero echo de menos el sol y las temperaturas de Valencia.
- ¿Qué más echa de menos de España?
- Sin duda, a mi familia y a mis amigos. Tengo la suerte de poder volver a casa varias veces al año, pero aun así no es suficiente. Aunque bueno, es una de las cosas que tuve que aceptar cuando decidí dejar atrás mi vida en Ontinyent para empezar en otro lugar.
Gracias a las redes sociales, podemos mantener el contacto mucho más fácilmente y siempre estamos intentando organizar planes para poder hacer cosas cuando nos vemos.
- ¿Tiene pensado volver?
- A día de hoy no. Estoy instalada aquí y estoy bien. Mi presente y mi futuro pasan por Niort con mis proyectos personales de familia, y más ahora que acabo de comprar una casa. Pero, ¿a quién no le gustaría volver a casa en unos años? Por supuesto que sí. De momento disfruto de Ontinyent cada vez que puedo y espero que siga siendo así.