El 27 de junio de 2018, tras la detención de Jorge Rodríguez , alcalde de Ontinyent y por aquel entonces presidente de la Diputación de Valencia , por un supuesto delito de malversación que cinco años después quedó en nada, una de las primeras si no la primera voz socialista que exigió la dimisión del que era su compañero de partido fue el valenciano José Luis Ábalos.
El entonces todopoderoso ministro de Transporte y secretario de Organización del PSOE pedía, reclinado sobre la silla del Senado, la dimisión y afirmaba con rotundidad que "no está condiciones de continuar" y aludía a la "aparatosidad" de la operación policial en la que fue detenido. Ábalos se refería a que debía dejar no solo el cargo de presidente de la Diputación sino también el de portavoz de la Ejecutiva del PSPV. Ábalos afirmaba que aunque no conocía los detalles, deducía que el caso era "de calado" porque si solo era una contratación irregular, no hubiera requerido ese despliegue policial. 
Han pasado más de cinco años desde el caso Alquería y casi tres desde que Ábalos fue destituido como ministro y apartado de la secretaría de Organización del PSOE, y hoy lunes es la Ejecutiva del PSOE le daba 24 horas para que abandone su acta de diputado, por su relación con Koldo García, persona de su máxima confianza que ha sido imputado en un presunto caso de corrupción por el cobro de comisiones ilegales en contratos de compraventa de mascarillas de varias administraciones públicas en plena pandemia del coronavirus.