El Ayuntamiento de Ontinyent dará 48 horas a los propietarios de las viviendas quemadas el pasado domingo en el barrio de Poble Nou para evitar desprendimientos, repasando todos los elementos de las fachadas y desprender controladamente todo lo que pueda caer a la calle. 
Esta medida viene recomendada por un informe de la Oficina Técnica Municipal, donde también se constata que estas viviendas se encontraban deterioradas y en estado de ruina, además de tener una situación urbanística fuera de ordenación, por lo que la única actuación posible en estos momentos es su demolición, tal y como explican desde el consistorio ontinyentí. Para hacerla efectiva, se establece un plazo que no debería superar los dos meses, y es necesario a tal efecto un proyecto técnico. 
Se debe recordar que la tarde del domingo resultaron afectadas por incendios los inmuebles ubicados en los números 2 y 4 de la calle Sant Ignasi y Barranquet 6 al 14. En la calle Sant Ignasi, las dos construcciones (destinadas originalmente a uso industrial) se encuentran dentro de suelo urbano residencial en la unidad de ejecución ALM 2, y por su ubicación en zona destinada a vial público. En el caso de los inmuebles de la calle Barranquet (antiguas viviendas unifamiliares), las casas también se encuentran dentro de la unidad ALM 2, donde ocupan un terreno destinado a vial público. 
Los plazos para llevar a cabo las actuaciones cautelares de eliminación de elementos en riesgo de desprendimiento serán contados desde que se haga efectiva la notificación a los propietarios, que se encuentra ahora en fase de tramitación urgente, concluyen desde el Ayuntamiento.