- ¿Desde cuándo está en Inglaterra y por qué decidió marcharse? 
- Me marché de Ontinyent el domingo de Fiestas de 1995, así que este agosto hará 29 años que estoy aquí. Vine a estudiar una especie de "año puente", para aclarar lo que quería hacer en la universidad. Tenía plaza en Valencia en ADE, pero no estaba segura de si quería hacer ADE, Marketing... Mi padre me dijo que me fuera un año y estudiara inglés, que me iba a hacer falta para todo. Y... Al final, iba a ser un año, pero se convirtieron en 29. 
- ¿A qué se dedicó?
- Después de ese "año puente", estudié International Business, con un año en París. Después, empecé a trabajar en Marketing y, después, como cazatalentos. Hace 15 años creé mi propia empresa, que se llama England a Medida, y traigo aquí a gente a estudiar inglés, de toda España, aunque una gran parte de mi clientela está en Ontinyent, la Vall d'Albaida y otras ciudades cercanas. Es un trabajo que me encanta, porque estoy en contacto con la gente de allí e intento que la experiencia les resulte un poco más cercana y familiar. 
- ¿Cómo es su vida allí?
- Estoy casada con un chico británico y tenemos tres hijos. Voy mucho a Ontinyent, por trabajo y para ver a la familia. Vivo lo mejor de los dos mundos: puedo estar aquí, donde he formado mi vida, pero también estoy en contacto con la "terreta" y con mi gente. Todo el mundo me dice que me he convertido en muy inglesa. Yo digo que, como no bebo el té inglés, nunca seré "british" total (ríe). Una de las cosas que más me gusta de aquí son mis cenas con mis amigas españolas de aquí. Somos dos catalanas, una gallega, una sevillana, una madrileña y yo. Hay dos argentinas también. 
- ¿Cuáles son las diferencias más grandes que nota entre ambos países? 
- El horario es algo que choca mucho. Cuando volvemos de estar de vacaciones en España, necesitamos ajustarnos. En cuanto a las comidas, en Inglaterra comemos más light, y suele ser hacia las 13:00 horas, y mis hijos en el colegio comen a las 11:30 de la mañana, y a las 14:00 les dan fruta. Ellos cenan a las 17:30-18:00, y mi marido y yo sobre las 20:30 horas, normalmente. Otra diferencia es la manera de hablar o reaccionar. Mi marido, sobre todo al principio, cuando hablaba por teléfono me preguntaba si había pasado algo. Lo hacemos todo con más volumen, comparado con Inglaterra. También se creen que hacemos la siesta todos los días del año. Y lo del espacio personal. En España somos muy de abrazarnos. Yo todavía doy dos besos mucho, pero aquí, es demasiado. O cuando veo a amigos doy dos besos, y aquí es uno. En España estamos mucho más cerca y aquí les gusta más la distancia. 
- ¿Cómo vivió el 'Brexit'?
- Fue un poco shock el tema 'Brexit', porque estás aquí viviendo como una ciudadana igual que todos, y recuerdo esa mañana muy bien. No te sientes igual de bienvenida, aunque en realidad no ha cambiado nada. Sí que hay más papeleo que hacer, y lo noto sobre todo en mi trabajo, porque mis clientes necesitan tramitar más cosas que antes. En realidad, la vida y la actitud no han cambiado nada, pero sí hace la vida más difícil en cuanto a documentación. Por ejemplo, ya no pueden venir al país au-pairs de Europa, es ilegal. Sí pueden venir de Australia, Estados Unidos... Esto afecta a muchas familias amigas nuestras. 
- ¿Se ha convertido Inglaterra en un país más cerrado?
- El gobierno está haciendo muy difícil poder venir y tener la oportunidad de trabajar en otro país. Yo, por ejemplo, antes traía a mucha gente que había acabado la carrera que venía a estudiar inglés y a encontrar un trabajo de camarero, por ejemplo, para luego optar a entrar en una empresa con buen inglés. Era muy típico, pero ahora lo máximo que pueden quedarse a estudiar son seis meses, sin visado. Para obtener un visado de estudiante para más de seis meses hay que estar en la universidad, por ejemplo. Se ha hecho todo más burocrático. Entonces, es normal que la gente no vea Inglaterra como una opción y opte por otros países. 
- En España, preocupa cada vez más el tema de la vivienda debido a la subida de precios, ¿cuál es allí la situación?
- Nosotros vivimos a las afueras de Londres, cerca del río Támesis. Tenemos muchos espacios verdes alrededor, y esto nos da mucha vida. Contrasta mucho con vivir en el centro. Desde que tuvimos familia, salimos a las afueras, y es una vida bastante tranquila. El día a día es muy práctico, pero siempre tienes Londres a un paso, para ir a ver un concierto, etc. En cuanto al precio de la vivienda, está por las nubes. Nosotros vivimos en una casa con cuatro habitaciones y un jardín bastante grande, pero el alquiler es carísimo también. Un alquiler en esta zona puede costar entre 3.000-4.000€ al mes, y el precio de una casa en Londres está a partir de 600.000-700.000 libras, por lo que, en la actualidad, tener una casa de 1 millón de libras no es una barbaridad, porque han subido así los precios. 
- ¿Cómo es la sanidad?
- El sistema de Salud de Inglaterra es conocido en todo el mundo, es muy bueno, pero está demasiado saturado y no tiene suficiente personal. Esta ha sido una de las consecuencias del 'Brexit', ya que la cantidad de enfermeros, médicos, etc., que venían de España y otros países europeos a trabajar aquí, ahora pueden, pero no es tan fácil. Ahora hay que hacer muchísimo papeleo y es complicado. El salario mínimo para poder venir a trabajar a Inglaterra ahora son 38.700 libras, que son más de 40.000€ anuales, lo cual es una barbaridad, y depende de las profesiones y de si tu empresa te puede sponsorizar... Es muy difícil venir a trabajar aquí. Mucha gente tiene seguro privado para poder acceder sin o con poca lista de espera, es casi imprescindible y necesario. El dentista es gratis para los niños hasta los 16 años...
- Y, en cuanto a educación, ¿cómo se organiza el colegio?
- Tenemos colegios con muy buena reputación cerca de casa. De hecho, mis hijos tienen que caminar 5 minutos para ir al colegio, lo que es un "lujazo". En cuanto al colegio, empiezan a los 4 años y cambian a Secundaria a los 11 años. Tenemos suerte porque, durante el año, tenemos una semana siempre de vacaciones a mitad de trimestre. Nos viene muy bien porque podemos ir mucho a España. En verano tenemos seis semanas. Mis hijos terminan el 23 de julio. En Navidad tenemos dos semanas y en Pascua, dos semanas. Se reparte más durante el año, lo que nos da la posibilidad de viajar a otras partes del mundo o de visitar Ontinyent. Algo a destacar también es que, en Inglaterra, cuando alguien elige carrera universitaria, normalmente se va lo más lejos posible. No como en España, que te vas lo más cerca, para volver a casa los fines de semana, y se llevan los tuppers, etc. Aquí te independizas desde que te vas a la universidad. 
- ¿Ha intentado inculcar la cultura española a sus hijos?
- Totalmente. Vamos muchísimo a España, mis padres vienen mucho también. Mi hija mayor es bilingüe y va todos los martes a clases en ALCE (Agrupaciones de Lengua y Cultura Españolas). Son más de 2.000 estudiantes en Londres. Con los mellizos está siendo un poco más difícil, ya que con mi hija mayor estaba ella sola, tenía más tiempo... Pero es verdad que cuando van a Ontinyent, tienen profesora de español, ven dibujos en español y con mis padres sólo pueden hablar en español. 
 - ¿Qué es lo que más echa de menos de Ontinyent?
- La familia, por supuesto, aunque tengo suerte de poder verla bastante a menudo. La comida, el tiempo, los amigos y amigas. Me siento afortunada porque no vivimos lejos, y, si surge alguna cosa, puedo viajar. 
- ¿Va a volver a casa?
- Nunca digas nunca, pero para mí Inglaterra es mi segunda casa, es mi hogar y donde he creado mi familia y mi vida. Si no me hubiese gustado, ya hubiese vuelto. Soy afortunada de poder estar mucho en los dos sitios, pero estoy muy feliz con mi vida.