
El empresario Víctor de Almada, a través de una de las sociedades con las que operaba, adquirió un chalet en la urbanización El Pilar. Todo ello, no sin antes informarse bien, puesto que otra urbanización cerca, Les Aigües, también ofrecía unas características similares y un par de viviendas que captaron su interés en un primer momento. Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, finalmente la vivienda en El Pilar fue la que escogieron, debido a que tenía una parcela mucho mayor, con espacio exterior más que suficiente para varios vehículos de gran cilindrada. El punto final a favor de la casa era la presencia de una segunda edificación contigua, que era perfecta para albergar a los miembros del equipo de seguridad del entonces número dos del PSOE.
La noticia de la presencia del exministro tan solo fue conocida por tres personas en el vecindario, con las que un intermediario de Aldama se reunió. En ese encuentro, según ha podido saber LOCLAR, no se les informó del nombre exacto del nuevo propietario, pero sí se les explicó que la persona que iba a habitar el inmueble los fines de semana y fechas vacacionales era alguien "con mucho poder", al tiempo que les intentaba sonsacar información sobre a qué se dedicaban o si tenían empresas, para intentar hacer negocios y aprovechar "las oportunidades" que se pudieran presentar en un futuro.