Tras el anuncio de que los feligreses y vecinos de San Rafael, en Ontinyent, habían convocado una manifestación para pedir la continuidad de su párroco, Pablo Beltrán, que ha sido destinado a Gandía, el propio párroco ha hecho llegar un comunicado en el que explica lo siguiente:
"Me ha conmovido conocer vuestra reacción y me siento agradecido al experimentar vuestro CARIÑO y que me sentís y queréis como uno más del barrio. Esos son también mis sentimientos. Estos cuatro años en la parroquia de San Rafael me han marcado para toda mi vida. Me he sentido tan del poble com els bous al carrer, pero por encima de todo me he sentido SACERDOTE, y sois vosotros los que me habéis enseñado a serlo.
En estos años he querido compartir con vosotros el tesoro que hizo que cuando solo tenía 19 años lo dejase TODO: familia, estudios, amigos, mi tierra… para llevar la alegría y el poder del Evangelio allí donde la Iglesia me enviase. Entonces puse mis manos en las del Señor y eso es lo quiero hacer también ahora.
Os tengo en el corazón y os quiero con locura, pero si de verdad me queréis, vosotros que me recibisteis y acogisteis con alegría, dadme ahora, entregadme ahora a la nueva parroquia que me ha confiado el Señor con más alegría todavía. Y os pido de corazón que acojáis con el mismo cariño al sacerdote que viene, tal como lo hicisteis conmigo. Aún no sabemos quien es, pero será una bendición.
El Señor y yo os lo agradeceremos grandemente.
Un fuerte abrazo a todos. Que el Señor os bendiga"
Además, en su mensaje, Pablo Beltrán pide "explícitamente" que desconvoquen la reunión prevista para el lunes y desmiente el bulo de que su marcha sea inminente, puesto que los cambios en las parroquias se realizarán en la segunda quincena de septiembre.