El Pont Vell de Ontinyent podría haber tenido originariamente un tercer ojo cuando fue construido a principios del siglo XVI, al haberse descubierto un tercer tajamar en su cara de aguas arriba. Este es el hallazgo más relevante de la excavación que se está haciendo con motivo de la 1ª fase de los trabajos de rehabilitación del puente que está ejecutando el Ayuntamiento con ayuda de la Diputación de Valencia, y que forma parte del proyecto “Riu Viu”.
En concreto, según se constata en el informe del arqueólogo Ignacio Hortelano, que dirige la actuación coordinada desde el Servicio de Arqueología Municipal (MAOVA), el tercer tajamar quedó prácticamente oculto por una reforma posterior y por la construcción de dos casas en los siglos XVII-XVIII: aunque su presencia podía intuirse en la pared que da al río y en la forma de la barandilla, “su existencia podría constituir la evidencia de que el puente pudo tener en origen un tercer ojo, dado que este tipo de estructura suele relacionarse con la protección de los pilares frente a la acción de las aguas”, se explica al documento.