Esta semana han empezado las obras de consolidación y rehabilitación de la fachada del edificio de la avenida Conde Torrefiel que alberga el juzgado nº 1 de Ontinyent. La que fuera "Casa Delgado de Molina" data de 1924 y está incluida en el catálogo de Bienes y Espacios protegidos, con protección parcial, por su valor patrimonial e histórico. Hace unos años, ante el deterioro de su fachada, la conselleria de Justicia entonces dirigida por Gabriela Bravo, mandó instalar una red para proteger a los peatones ante los riesgos que presentaba la fachada, pero el proyecto para su rehabilitación quedó sin ejecutar.
Finalmente, el pasado mes de febrero la conselleria de Justicia adjudicó las obras, que tienen un presupuesto de 158.752 euros y que tienen el objetivo de consolidar los elementos constructivos, y reconstruir los que resulten imprescindibles, conforme a las características de la edificación y a los criterios de restauración y legislación patrimonial.
La sede judicial de Ontinyent alberga los Archivos de los juzgados número 1 y 3, las oficinas del Juzgado número 1, Civil y Penal, y el Decanato, así como la Sala de Vistas y dependencias para procuradores y abogados. Tal y como explicó la propia conselleria cuando anunció la adjudicación de las obras, la actuación se realizará manteniendo la actividad normal de la sede. Estos primeros días se han estado realizando los trabajos previos, como los de señalización y transporte de las casetas de obra. El lunes está previsto que la maquinaría empiece a trabajar.
La estructura del edificio es de muros de carga de ladrillo, en fachadas y medianeras y una línea de pilares de ladrillo en su zona central, paralela a la Avenida Torrefiel. La fachada presenta un basamento de piedra a nivel de planta baja, y un enfoscado de mortero pintado, con ornamentaciones arquitectónicas modernistas en torno a los huecos, balcones y cornisas.
La intervención prevista afecta a un total de 793 metros cuadrados de fachadas y cubiertas. Se trata de una intervención de restauración de bienes patrimoniales, por lo que no se interviene sobre aspectos funcionales del edificio.
Las fachadas y cubiertas presentan diversas patologías como meteorización de las superficies, presencia de manchas por la aparición de hongos y líquenes, en las zonas en que se produce la escorrentía de agua de lluvia, suciedad, desprendimiento o pérdida de material de revestimiento, fisuras y grietas, que han provocado rotura parcial, o total en alguno de los elementos ornamentales, daños en las carpinterías, y colonización de la vegetación en terrazas y balcones.