- ¿Cómo fue su decisión de dedicarse a Medicina?
- En mi caso, no había ningún antecedente familiar relacionado con la Medicina, pero yo desde un primer momento pensé en estudiar alguna carrera de Ciencias, como la Biología o la Medicina. Finalmente, me decanté por la Medicina. Fue una época en la que fuimos muchos los que pensamos en dedicarnos a esta profesión. Estamos hablando de 1973 cuando empecé la carrera.
- ¿Qué destinos ha tenido a lo largo de estos años?
- Para la promoción de médicos que terminamos en 1979 fue una situación complicada, porque hubo un boom de estudiantes de Medicina. No existía aún el Selectivo para acceder a la universidad, pero la Facultad de Medicina hizo su propio “selectivo”, porque había tanta demanda que hacía una criba y no todos los que querían entrar podían. 
Mis inicios profesionales fueron complicados. El MIR era una prueba incipiente, muchos médicos cuando terminaban, para hacer la especialidad, entraban en algún servicio hospitalario y al cabo de los años correspondientes conseguían la especialidad, porque en aquella época hacer el MIR era muy complicado: se presentaban unas 20.000 personas para 1.500 plazas. Lo que queríamos muchos de los que terminábamos era trabajar, así que empezábamos haciendo sustituciones de verano y después interinidades, que eran contratos de 9 meses y terminado este contrato nos íbamos al paro hasta que te volvía a tocar trabajar. Hice interinidades en Ontinyent, después tuve una interinidad más indefinida en Carcaixent, durante unos 5 años. De ahí pasé a hacer el MIR. Lo hice, aunque ya era tarde, porque pensaba que me ayudaría a estabilizar y tener una plaza. Aprobé el MIR en 1996 e hice la residencia en el hospital de Xàtiva y en el Centro de Salud de San Rafael. 
Terminada esta etapa, pensaba que con el tiempo trabajado y experiencia que tenía me tocaría alguna plaza, pero no, solo tenía trabajo días sueltos, así que me marché a dar clase de Anatomía en la UCAM de Murcia, puesto que podía, ya que tenía el doctorado. Fue a través de un profesor, amigo y mentor, el catedrático de Anatomía, Andrés Martínez Almagro, que cuando abrió la UCAM en Murcia, me ofreció impartir clase allí el curso 1999-2000. Fue una experiencia y un reto, pero también un sacrificio grande porque iba y volvía a diario. Entre 2000 y 2006 me dieron una interinidad como pediatra entre Navarrés, Quesa y Bicorp. En 2006 consolidaron las plazas y a mí me tocó en el centro de salud de la avenida Albaida, donde me he jubilado. 
- ¿En qué ha cambiado la atención primaria en estos años?
- He vivido momentos felices y otros complicados. Atención Primaria tuvo un auge importante, pero últimamente se ha visto desbordada. Los profesionales hacen lo que pueden, pero creo que la administración tiene mucho que ver, en asuntos como por ejemplo, las sustituciones. 
En otros aspectos ha habido avances, como por ejemplo, con la creación de las historias clínicas, ya que en el 2006 se implantó el sistema que informatizó las historias clínicas. Fue un cambio complicado, pero que creo que fue interesante porque permitió que cada paciente tuviera su historial y aunque cambiara el profesional que le atendía, el seguimiento estaba asegurado. La pena es que la historia informatizada no sea común para toda España, solo por comunidades. 
- ¿Cómo ha vivido la pandemia?
- Al principio, con mucha incertidumbre, sin saber del todo a qué nos enfrentábamos. Intentamos organizar el funcionamiento del centro. Tuvimos que tomar decisiones sobre la distribución de los pacientes sospechosos de COVID y los que no, y luego las visitas domiciliarias. Pero era algo que iba cambiando por semanas, según evolucionaba todo. 
- ¿Ha afectado la pandemia a su decisión de jubilación?
- Me he jubilado cuando me correspondía, pero sí que es cierto que esta es una profesión tan bonita que en otras circunstancias me hubiera planteado el poder continuar un tiempo, pero la pandemia me ha hecho descartar esa posibilidad. Los primeros meses estuvieron marcados por esa angustia y desasosiego que pasamos no solo nosotros sino nuestras familias y eso me ha hecho jubilarme cuando tocaba, sin alargarlo más. Hubo muchos momentos durante los cuales estuvimos cerca de tirar la toalla. Nosotros hacíamos lo que podíamos, pero los pacientes percibían que no estaban bien atendidos. Ellos estaban mal, pero nosotros también. Hacíamos trabajo, pero no se veía. En Atención Primaria, el objetivo fundamental es promover la salud y prevenir enfermedades, algo que durante la pandemia no pudimos hacer. Espero que la Atención Primaria pueda volver a sus pilares fundamentales. 
- ¿Cuáles son sus mayores satisfacciones desde el punto de vista profesional?
- La mía ha sido una carrera de muchos sacrificios en los inicios. El obtener el doctorado fue muy satisfactorio y por su puesto, el haber consolidado, aunque fuera a los 50 años, una plaza. 
- ¿Qué mensaje lanzaría a todas aquellas personas que no se han vacunado?
- Yo les animaría a que se vacunen. Los años que trabajé de pediatra a las familias siempre las he animado a vacunar y ahora con la del covid, también.
- ¿Por dónde cree que pasa la solución para recuperar la Atención Primaria que antes mencionaba?
- Yo hace algo más de un mes que ya no ejerzo, pero veo a mis compañeros que están afrontando esta sexta ola, que están padeciendo mucho, hay poco personal... Desde aquí quiero mandarles un mensaje de ánimo.
Creo que es necesario que se contrate a más profesionales, para que así puedan dedicar más tiempo a cada paciente. Con la escasez de profesionales tienen que atender a más pacientes y eso conlleva fatiga, cansancio y estrés. Desde hace muchos años pedimos más tiempo para atender a cada paciente, para que se sientan más cuidados y atendidos. Por otra parte, las personas que atienden en el mostrador hacen todo lo que pueden, pero nadie está conforme. Y por último, también me gustaría romper una lanza en favor del personal de Enfermería, que ha trabajo mucho y bien. Hay veces que lo que no se ve, parece que no se haga. Es una pena que hemos trabajado mucho, pero al mismo tiempo los pacientes perciben que no están atendido.