El ontinyentí Francisco Lacueva Olcina ha recibido una distinción por parte del Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana por sus 100 donaciones. Si bien es un reconocimiento del que está orgulloso, explica que lo muestra para animar a la ciudadanía a que done, especialmente, a los más jóvenes, a los que insiste en que no deben temer por el pinchazo ni ser reacios a las agujas, sino tener en cuenta el bien que hace y las vidas que se pueden salvar con la donación. “La sangre no se puede fabricar y hace falta para muchas cosas, como tratamientos oncológicos, en caso de accidentes, operaciones...”, insiste este ontinyentí que ha entrado en el selecto club de aquellos que han donado en más de 100 ocasiones.
Paco Lacueva recuerda que cuando empezó a donar, se cobraba a cambio de esa donación, en su caso, en el hospital de Antequera, ciudad en la que estudiaba y recibió 450 pesetas, una cifra considerable para la época. Pronto se prohibió el incentivo económico a cambio de la donación, recuerda, para evitar que donara personas que no debían.
Ahora bien, su implicación y consolidación como donante llegó en su comparsa, los Mudéjares, donde el entonces presidente de los Donantes de Sangre, Paco Borrás, animó a los jóvenes a donar. Así empezó un gesto que además de ayudar a salvar vidas, para Paco Lacueva suponía también encontrarse mucho mejor, destaca. El ontinyentí explica que para él “es una manera de renovar la sangre. Yo después de cada donación me encuentro sanísimo”.
A una media de 3 donaciones al año, Paco calcula que han sido 33 o 34 años los que lleva donando en el registro del Centro de Transfusiones, pero calcula que son algunas más, porque en esas 100 no están contabilizadas las que hizo en Antequera ni las primeras del Centro de Transfusiones. Con 63 años, espera poder ampliar el número de donaciones en el tiempo que le queda hasta cumplir la edad en la que ya no se permite donar (los 65 años).
A lo largo de estos años Paco ha visto cómo han cambiado los métodos de extracción, de tratamiento de la sangre así como del provecho que se le saca a cada donación, puesto que en la actualidad, la tecnología permite personalizar los componentes de la sangre (glóbulos rojos, plasma y plaquetas) para adecuarlo a las necesidades de cada caso. Destaca Paco Lacueva cómo actualmente los controles son muy exigentes, con total seguridad para el donante y para el que recibe la sangre.
Para llegar a las 100 donaciones se necesita haber empezado de bien joven y haber mantenido la regularidad en las donaciones. Ahora bien, Paco Lacueva explica que si muestra su diploma es por fomentar la donación, algo que hace también a través de los grupos de whatsapp, para intentar concienciar de la importancia de la donación. 
Paco Lacueva destaca que Ontinyent es una de las ciudades de España que tiene, en proporción al número de habitantes, más donaciones. “Ontinyent es muy caritativa, como dice su título”, concluye Paco Lacueva.