- Guillermo, ¿de dónde viene su pasión por la música?
- Cuando tenía nueve años empecé con el violonchelo. La música ha sido algo que desde pequeño siempre me ha llamado la atención. Mis padres me contaban que cuando había algo de música en casa me quedaba embobado enfrente de los altavoces, escuchando como si estuviera hipnotizado. Cuando empecé con el violonchelo a los nueve años, aún no sabía que me iba a dedicar a la música, pero sí que sabía que había algo ahí especial. Empecé en Ad Libitum y la Orquesta Caixa Ontinyent, de la que aún formo parte. Luego cursé estudios profesionales en Alicante y el superior lo empecé en Murcia. Tras dos cursos, hice una audición para entrar en el Conservatorio de París donde he estado estos tres últimos años para cursar la licenciatura de interpretación de violonchelo junto a grandes maestros. Además, también he terminado Musicología en la Sorbona.
- Estamos en tierra de bandas de música, en las que predominan los instrumentos de viento, en cambio, se decantó por el violonchelo. ¿Qué le llevó a esta elección?
- Sí, sí que es verdad que estamos en una zona donde hay mucha banda de música. Creo que el estar rodeado de este ambiente de música, como es la música de banda, las fiestas, las marchas de procesión... todo esto siempre me ha alimentado mucho lo que es el gusto musical. El violonchelo desde pequeño me llamó la atención. Se dice, y creo que es cierto, que el violonchelo tiene una tesitura muy parecida a la de la voz humana, y con un timbre muy bello, y creo que de pequeño me llamó la atención la sonoridad que tenía, la delicadeza, la hermosura que tiene del sonido del violonchelo.
- Aunque ha estado en París estos últimos años no se ha desvinculado de la Orquesta Caixa Ontinyent. ¿Cómo lo ha compaginado?
- Pese a estar fuera del pueblo desde hace ya unos cuantos años, nunca se me ha olvidado dónde crecí, dónde me enseñaron, las oportunidades que me dieron, y sí, siempre que he podido, y que la agenda me lo ha permitido, he intentado volver para intentar participar con la orquesta Caixa Ontinyent. Por lo menos, un programa al año intento hacer siempre, porque, es la orquesta donde me crié y la orquesta que me ha enseñado tantas cosas y que me ha abierto tantos caminos. De hecho, en el concierto de diciembre toqué como solista.
- Llega a Ontinyent con la Nostrum Mare Camerata. Cuéntenos sobre esta formación musical.
- Es una orquesta de cuerdas, fruto de la inquietud de Jacobo Cristensen, violinista valenciano, que es un músico de un talento inmensurable, que no se puede medir y de una calidad humana excepcional. Él sentía una inquietud enorme de poder crear un proyecto de una orquesta que arriesgase, una orquesta que llevara sus interpretaciones hasta el máximo de calidad posible, y atrajera también al público, tanto al que entiende música clásica como público nuevo, y así intentar acercar a la música un poco a todo tipo de público.
Nostrum Mare Camerata empezó los ensayos en el invierno de 2020 y tuvo su debut en el Teatro Olympia de València en julio de 2021 y desde entonces ha formado parte de prestigiosos festivales en España y también ha tenido recorrido en el extranjero. Hace muy poquito, este verano, estuvieron en Italia.
Venimos de grabar nuestro primer disco también, que estoy seguro que va a ser un éxito absoluto. Destacaría que es un grupo de gente seleccionada por Jacobo, con las mismas inquietudes, aspiraciones y exigencias, donde creo que el resultado es de una calidad excepcional, y sobre todo, y lo más importante, somos una familia y un grupo humano, bueno, excepcional, que funciona solo, básicamente. Es un placer siempre estar ahí.
- Personalmente, ¿qué supone volver a tocar en Ontinyent?
- Siempre es muy especial tocar en casa, porque muchas veces hay muchas cosas que se tienen que hacer fuera, los estudios, muchos conciertos... y pocas veces se presentan este tipo de oportunidades. Me hace muchísima ilusión el poder tocar junto a toda esta gente maravillosa en un concierto aquí en Ontinyent. Seguro que va a ser un concierto espectacular. La gente que venga va a salir encantadísima del concierto por la calidad y por la belleza del programa, que está formado por piezas de diferentes caracteres y diferentes formaciones. En mi caso, seré el solista con “Pieza en forma de habanera” de Ravel y “El Cant dels Ocells” de Pau Casals.