Han pasado ya más de 21 días desde que las residencias de Ontinyent recibieran la segunda dosis de la vacuna contra el covid-19 y, desde entonces, en estos centros no han tenido ninguna incidencia relacionada con el coronavirus. 
Por ejemplo, en la residencia San Francisco aseguraban, al cierre de esta edición, que no han tenido ningún caso en el centro entre sus 45 trabajadores y 70 residentes desde entonces. Así, si antes de estar vacunados sí que tenían casos en los que, por ejemplo, algún trabajador debía aislarse en su casa, desde que están vacunados “no hemos tenido positivos”. 
Por su parte, desde la residencia La Saleta afirman que “el centro está satisfactoriamente vacunado y desde entonces no han aparecido casos ni confirmados ni sospechosos”. 
Una situación que “coincide con la bajada de casos de coronavirus en general”, por lo que no saben con seguridad si atribuirlo a la vacuna o a la mejoría de la situación global. No obstante, aseguran que el hecho de recibir la vacuna les ha dado “más tranquilidad”.

Decepcionados por no poder salir
Algo de lo que están “muy decepcionados” es que, a pesar de estar inmunizados, los ancianos “continúan encerrados”, ya que aunque sí reciben visitas con las correspondientes medidas, “no pueden salir a la calle a pasear con un familiar”, explican desde la residencia San Francisco. Esto es así, tal y como añaden, porque se rigen todavía por la resolución del 5 de enero de Conselleria de Políticas Inclusivas, por la cual las entradas y salidas del centro “dependen de la situación epidemiológica de la localidad”, añaden. En este sentido, consideran que esta normativa está “obsoleta”, ya que “no tiene en cuenta la vacunación”. 
Recuerdan además que los residentes “llevan 12 meses sin poder salir” y que, para ellos, cada mes que pasa “puede ser la diferencia entre poder despedirse bien de su familia o no”. 
En la residencia La Saleta explican que están siguiendo “lo que marca la normativa para todos los centros” y que “estamos a la espera de la redacción de un nuevo marco normativo sectorial post-vacunas para poder normalizar la vida en las residencias”. 
En lo referido al funcionamiento interno, a pesar de la vacunación, en La Saleta siguen con todas las medidas de seguridad y de prevención además del uso completo de EPIS de trabajadores, “con el fin de evitar la aparición y/o propagación de casos”, afirman.
Desde la residencia San Francisco mantienen las medidas de seguridad, así como los grupos burbuja, aunque ahora sí que se reúnen de vez en cuando para actividades como jugar al bingo o ver películas. Mantiene además la reserva de cinco habitaciones libres por si es necesario aislar a algún residente por covid-19.