A finales de marzo, un estanco de la calle Salvador Tormo fue asaltado. Los ladrones entraron en el establecimiento, se llevaron la caja registradora y causaron numerosos daños. Pues tan sólo un mes después, este establecimiento ha sido de nuevo objeto de deseo para los ladrones.
Según explican desde el propio estanco, en esta ocasión, los hechos no tuvieron las mismas consecuencias, porque el ruido causado para intentar forzar la persiana despertó a una vecina a las 3 de la madrugada del martes al miércoles. Al escuchar los ruidos, ésta se dirigió a la ventana y levantó la persiana, lo que se cree que provocó que el ladrón se marchara sin llegar a consumar el robo.
Cuando la vecina se asomó a la ventana, vio a un hombre, encapuchado, que estaba cruzando la calle, explican desde el establecimiento víctima de este intento de robo.