El bocairentí Javier Cantó Vañó, gerente de Ópticas ClaraVisión, viajó a África con la asociación española Visión Sin Fronteras para ofrecer ayuda oftalmológica. En concreto, la expedición estuvo formada por dos optometristas, entre ellos Javier, dos cirujanos y un auxiliar de enfermería.
Estuvieron allí desde el 4 al 15 de octubre. El equipo se coordinó a la perfección, a pesar de las pésimas condiciones higiénicas y de salubridad que había tanto en el hospital como en el alojamiento, lo que convirtió esta experiencia en la “más dura” de todas las realizadas por Visión Sin Fronteras.
El equipo de especialistas llevó hasta allí su propio material y equipo médico con sus propios recursos económico. Estuvieron en el hospital de Saint Joseph, en la ciudad de Bébédjia (El Chad), un centro médico situado a 500 kilómetros de la capital (Yemena), distancia que, debido al mal estado de las carreteras se convierte en 10 horas en vehículo. Allí Javier Cantó se encargaba de pasar consulta a los pacientes, clasificar los problemas y derivar a los enfermos al cirujano. Las afecciones más comunes con las que se encontraron fueron cataratas o glaucomas, enfermedades fácilmente tratables en España pero que sin el tratamiento adecuado pueden derivar en ceguera.
La falta de luz fue otro de los problemas que tuvieron que afrontar, ya que el hospital se abastecía de un generador de luz que estaba operativo desde las 8:00 de la mañana hasta las 14:00 horas, ya que se debía parar, porque el motor se calentaba. Para continuar realizando operaciones por la tarde debían sufragar ellos mismos el combustible.
A pesar de las adversidades, operaron a un total de 99 personas sin recursos y con graves infecciones. Personas que debido a la amplia distancia que les separa de la capital no pueden someterse a las operaciones y no pueden asumir los costes, ya que las intervenciones pueden llegar a suponer hasta 30 euros, lo que es para ellos el sueldo de un mes. Por todo ello, por el trabajo realizado con éxito, Javier Cantó y su equipo se muestran muy satisfechos. Para ellos ha sido “un placer” contribuir altruistamente a mejorar la vida de estas personas.