La XXXI Mostra de Valencia, celebrada del 25 al 29 de abril, ha contado un año más con la presencia ontinyentina. Así, la Asociación de Embutidos Artesanales de Ontinyent llevó hasta la capital del Turia las especialidades locales para darlas a conocer no sólo a la Comunidad Valenciana sino al resto del mundo.
Este año su estand ha recibido las visitas sobre todo de compradores extranjeros, como chinos, ingleses y franceses en su mayoría, que quedaban encantados tras degustar los productos ontinyentins. En total, repartieron unas 7.000 degustaciones y además, triunfaron con la venta de platos de degustación, que incluían una amplia variedad de muestras de los diferentes embutidos.
La longaniza tradicional y la 'botifarra' de ceba fueron los productos con más éxito y demanda por parte de los compradores, así como la longaniza con queso Cabrales para los más atrevidos.
Este año la organización de la Mostra ha sido diferente, ya que se estableció un control de acceso con la regulación de entrada por edad y la implantación del sistema de ‘tokens’ electrónicos para adquirir degustaciones mediante una pulsera. Unos cambios que motivaron en parte la bajada en el reparto de degustaciones respecto a otros años, ya que al público le costó la adaptación al nuevo sistema electrónico.
En general desde la Asociación de Embutidos, integrada por José Vicente Donat (Carnisseria Donat), Juan Cristóbal Gandía (Carnisseria Amparin), José Antonio Llin (Carnisseria Vicente), José Ramón Llin (Carnisseria Medina y yo) y Enrique Llin (Carnisseria Sant Antoni), realizan una valoración positiva de su paso por la Mostra un año más, donde han llevado además su nueva imagen, un logotipo obra de Jesús Bordera que cuenta con los colores representativos de los principales productos: la 'botifarra', el chorizo, la sobrasada y el ‘blanquet’. Además, fueron galardonados con el premio al estand que más degustaciones repartió el año pasado, con casi 12.000.
La Asociación de Embutidos Artesanales presenta su nueva imagen en la Mostra de Valencia

Los embutidos ontinyentins despertaron el interés especialmente de compradores chinos, ingleses y franceses