La Embajada Cristiana de Ontinyent, ya con algo menos de calor respecto al inicio del desfile, ha representado la Primera Cruzada. La comparsa Cruzados ha trasladado a Ontinyent hasta escenarios clave de esta batalla como Constantinopla, Antioquía y Jerusalén. 

Con Vicente Bordera (embajador) en el papel de Raimundo de Tolosa, y Nacho Pastor (abanderado) como Godofredo de Bouillón, el boato ha impregnado la Entrada del exotismo del desierto, del ascetismo de las reliquias y de la humanidad más cruda.

En la primera parte, a través de escuadras y un barco con caballeros cruzados el boato ha representado la marcha de los cruzados hacía Constantinopla, ciudad donde llegan al encuentro del emperador. Un ballet de Esport y Dansa de inspiración bizantina representaba la catedral de Santa Sofía. 

La siguiente parada es en Jerusalén, tras un camino largo y difícil, representada con escuadras con telas adaptadas a la dura travesía sobre un terreno árido y polvoriento.

En Antiiquía, tras una escuadra con cabo batidor el ballet Ópera representa la coreografía "Santa Lanza". En este bloque también han destacado los pendones con las heráldicas de los 10 apellidos que aparecen en los versos de J.J. Cervino.

La batalla por la defensa de Jerusalén representaba el siguiente bloque, en el que una catapulta precedía a la escuadra "la Podá". Un muro de 495x265x180 cm. simulaba el conocido como "Muro de las lamentaciones".

El colofón del boato era la entrada de Raimundo y Godofredo en Jerusalén, precedidos de un ballet de Masters con un claro nombre, "El arca de la alianza".

En total, un boato en el que han participado tres ballets, 550 músicos, dos cabos batidores y cinco escuadras. En el caso del embajador y el abanderado, sus trajes han sido elaborados con tejidos propios de la época, así como metales nobles trabajados manualmente con baños de plata vieja y oro viejo.