Pregunta: ¿Cómo empezó su historia por Dublín?
Respuesta: Me vine a la ciudad hace dos años y siete meses. Empecé en una Escuela Infantil privada. Llegué con mi prima Selene, también ontinyentina, y a los seis meses me ascendieron y me dieron el puesto de tutora de mi clase. Seguidamente, me volvieron a ascender al equipo de los managers. Desde septiembre de 2023 he tenido un puesto de equivalencia a subdirectora del equipo directivo y, ahora, acabo de empezar en una nueva escuela como manager. Ese ha sido mi recorrido hasta ahora, he ido ascendiendo en cuanto a puestos de trabajo, con lo que estoy muy a gusto, pues las condiciones laborales también han ido mejorando respectivamente. 

P: Cuando llegó a Dublín, ¿tenía trabajo y alojamiento asegurados? 
R: Sí. Hace seis años me vine a Irlanda como Au Pair y conseguí hacer contactos. Como mi prima, en 2022, estaba interesada en buscar trabajo fuera de España, conseguimos contactar con el departamento de recursos humanos de la empresa que gestiona los trabajadores de la escuela infantil. A través de ellos, las dos conseguimos trabajo. 
Irlanda es un país donde hay muchos españoles trabajando, por lo que siempre hay bajas de gente que vuelve a casa o cambia de trabajo. Hay mucha oferta. Por lo tanto, en noviembre de 2021 nos dieron el puesto y en enero de 2022, empezamos a trabajar. 

P: ¿Cómo ve el tema del alojamiento? 
R: La mayor ventaja y la mayor desventaja de Irlanda es la misma: hay mucha oferta de trabajo y muy poca de alojamiento. En nuestro caso, como en noviembre ya teníamos trabajo, pudimos contar con ese punto a favor para buscar lo que iba a ser nuestro hogar. En este país, los caseros son los que eligen a sus inquilinos y no al revés. 
El alojamiento se consigue a través de dos aplicaciones informáticas. El funcionamiento es muy simple: te registras y los propios caseros te eligen o no para tener un primer contacto. Además, si no tienes un trabajo en Irlanda que te respalde, lo tienes muy difícil. Siempre son pisos compartidos e, incluso, habitaciones compartidas. También se suele compartir piso con los propios caseros. Obviamente, los precios están disparados. Sin duda, este es el problema más grave de Irlanda. 

P: ¿Cómo cree que le afectará este problema en el futuro
R: Mis planes son quedarme, al menos, un año más aquí, con mi pareja. Después de ello, nos gustaría lanzarnos a otra aventura antes de cumplir los 30: la de viajar y quedarnos una temporada en Australia. Pero por ahora, hemos conseguido vivir juntos sin compartir alojamiento con nadie más. Estamos viviendo en la segunda residencia de nuestra casera, la cual se encuentra en la misma parcela donde ella vive. Esto, aquí, se considera suerte, porque no compartimos casa directamente con nadie, simplemente, parcela. 
Una vez ya estás establecida aquí, a través de contactos empiezas a conocer hogares y ofertas que pueden ser mejores opciones de las que tienes. Es así como mejoras tus condiciones, a través de contactos. 

P: Hábleme sobre las condiciones laborales en Irlanda
R: Aquí trabajan a base de turnos, al menos en mi ámbito. Se trata de turnos rotativos en los que trabajas 9 horas con una hora de descanso partida en dos medias horas. El método de aprendizaje es muy similar a la metodología Montessori, los niños aprenden según sus intereses, inquietudes y a su ritmo, sin forzar ningún tipo de enseñanza. Es decir, el aprendizaje de los niños más pequeños nace de ellos mismos, jamás de los profesores o educadores. 
Por otra parte, el sueldo se calcula respecto a las horas trabajadas. Ahora mismo, el Gobierno irlandés ha establecido un sueldo mínimo por cada hora trabajada de 15,50 €. Las escuelas no cierran en todo el año, solo durante las fiestas nacionales. Como trabajador, pides tus propias vacaciones a partir de una aplicación informática y la misma empresa para la que trabajas te organiza los días vacacionales según tus preferencias y según los periodos que también soliciten tus compañeros.
Otra cosa que me llamó la atención cuando llegué, es que las nóminas llegan cada 21 días, se cierran el día 21 y cobras tu salario el día 28 de cada mes.

P: Los salarios son mucho más altos, pero la vida en Irlanda también es más cara. Realmente, ¿compensa esta diferencia? 
R: Al principio necesitas sobrevivir de ahorros, es inevitable: fianza, alquiler, compra, transporte público, etc. Según progresas y mejoras tus condiciones laborales, puedes ahorrar sin problema.

P: Cuénteme sobre las diferencias culturales que encuentra entre España e Irlanda.
R: La comida, sin duda, es muy diferente. Generalmente, los irlandeses no tienen la percepción de compartir tiempo en familia durante las comidas. La mayoría de familias tienen Au Pairs y ellas o ellos son los que se encargan de dar de comer a los niños. Tampoco existe nuestra típica “picaeta”, la cual sabemos que lleva a compartir tiempo en familia. 
Otra diferencia evidente son los horarios de las rutinas diarias. La cultura irlandesa, en muchos casos, implica terminar de trabajar y salir, directamente, al pub. Los bares, restaurantes y centros de ocio cierran muy pronto, por lo que todo se adelanta unas horas. 
También me gustaría destacar que en verano hay muy pocas horas de oscuridad y en invierno, escasas horas de luz. Durante el verano, amanece a las 3:45 de la madrugada y a las 23:00 horas todavía hay luz del día. Por el contrario, en invierno, a las 16:30 horas ya es de noche y la luz del día empieza mucho más tarde, sobre las 8:00 de la mañana. Obviamente, el calor del verano también es muy corto e, incluso, inexistente. 
Algo que también destaca mucho aquí es que los irlandeses son muy educados, pero muy fríos al mismo tiempo. Los españoles somos mucho más cariñosos y bastante más abiertos que ellos. El clima juega un papel muy importante en este sentido, claro está.
 
P: Finalmente, ¿hasta qué punto ha mejorado su nivel de inglés durante todo este tiempo? 
R: Cuando llegué, yo consideraba que tenía un buen nivel de inglés. Sin embargo, empecé a trabajar con niños pequeños y me asusté. Lógicamente, tienen vocabulario muy concreto y están aprendiendo a hablar y pronunciar correctamente cada palabra, por lo que, al principio, es muy complicado entenderlos. Ahora los entiendo a la perfección. 
Eso sí, los españoles también destacamos por juntarnos con más españoles y eso hace que nuestro nivel de inglés no avance. Por eso, siempre recomiendo buscar nativos o gente internacional con los que juntarse.