El ontinyentí Sergio Ramiro Cairols, licenciado en Derecho, Máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad Católica de Valencia, asegura que las ONGDs “están en un período de subsistencia” que deja todavía “más a la intemperie” a los más desfavorecidos
- ¿Cómo está afectando la pandemia a la cooperación internacional?
- Como es, en cierta medida, lógico la dureza de los efectos de la pandemia ha hecho que los recursos y las energías sociales se desplacen hacia programas y proyectos que busquen la contención de la misma. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que todos tenemos como horizonte han tenido que verse postergados. De todas formas, no debemos olvidar que “lo urgente no puede hacer desplazar lo necesario” y que los recursos que ahora se destinen ayudarán en un futuro a mejorar esa Agenda marcada antes de la pandemia.
- ¿A qué países está afectando más?
- Como muchos otros sectores, el de las ONGDs está en un período de subsistencia en el que se hace lo posible para que los proyectos que tenemos comprometidos no se cierren, dejando todavía más “a la intemperie” a los que más sufren los efectos devastadores de la pandemia. Más de 60 millones de personas han vuelto a los índices de extrema pobreza de los que habían logrado salir, siéndoles casi imposible obtener servicios básicos como agua, comida o acceder a los servicios de salud. O que en estos momentos hay 86 millones más de niños y niñas pobres, con mayor exposición a la violencia, la explotación o el matrimonio infantil (por ejemplo, en África sólo el 16% de niños y niñas tienen protección social). Pero no debemos hablar únicamente de los países llamados en vías de desarrollo, ya que en Europa la pobreza infantil puede aumentar hasta un 44% más a finales de este año.
En una situación tan comprometida es difícil pensar más allá de nuestras ciudades, donde un número muy considerable de familias tampoco puede alcanzar niveles razonables de subsistencia. Pero, como decía antes, debemos también ser empáticos con los millones de personas que no pueden ni acceder al agua para algo tan prioritario como lavarse las manos.
- ¿Las acciones se han tenido que paralizar?
- En los meses más duros muchas de las acciones que hacemos se paralizaron por completo, ya que en los países en los que los trabajamos también hubo un confinamiento total. Poco a poco se ha ido intentando seguir con los proyectos, pero no sabemos si en pocas semanas deberemos volver a parar. Por suerte, en el continente africano, los índices de contagio y mortalidad están siendo más bajos de lo que se podía esperar al principio de la pandemia.
- ¿Cuál es el objetivo del Máster en Ciencias del Desarrollo Sostenible que Ud. dirige?
- Este Máster nace del convencimiento de que la universidad es uno de los motores principales para la búsqueda de estrategias que nos hagan enfrentarnos a los retos más importantes de nuestro tiempo. Sin duda, la pandemia es un reto prioritario, pero también es esencial la reducción de la pobreza y las desigualdades, la protección del medio ambiente, unos sistemas fuertes y eficaces de salud, una educación de calidad para todo el mundo... Debido a la situación actual hemos decidido aplazar durante unos meses el Máster para que la presencialidad, que nos parece imprescindible, esté garantizada. Y porque, como aspecto principal y obligatorio, ofrecemos una beca para que cada alumno pueda realizar prácticas internacionales. En estos momentos creemos que no es aconsejable ni prudente realizar unas prácticas de este tipo y entendemos que es mejor esperar a que la situación cambie.
- ¿Ontinyent realiza alguna acción en materia de Cooperación?
- Ontinyent, desde hace años, tiene un “Consell de Solidaritat i Cooperació” y convoca ayudas para que las ONGs de Desarrollo podamos presentar proyectos de Cooperación Internacional y Sensibilización. Valoramos el esfuerzo que realiza la ciudadanía, y los distintos gobiernos de nuestro Ayuntamiento, para tener esta convocatoria. Nuestra localidad tiene necesidades sociales importantes, pero entendemos que también debemos colaborar (aunque el montante económico no sea muy elevado) con los que más lo necesitan en otros países.