Con más de cuatro años en funcionamiento, la Tienda del Proyecto Trévol, ubicada en la calle Martínez Valls 47, ha conseguido consolidarse cada vez más como un comercio con una amplia oferta de productos. 
Este comercio destina la totalidad de lo que ingresa a apoyar el Proyecto Trévol, que lucha por la integración de las personas con discapacidad, tanto intelectual como física, en todos los ámbitos de su vida. Este concepto de venta de segunda mano combina, por tanto, buenos precios con un objetivo solidario. 
Tras el mostrador se encuentra un grupo de voluntarias, muchas de ellas madres, que trabaja día a día para organizar el establecimiento y atender al público. Antes eran 30, pero en estos momentos se han reducido a 12 debido al coronavirus. El motivo es que “muchas de ellas están dentro del grupo de riesgo”, explica Alicia Osca, una de las voluntarias. Se organizan de tal manera que hay dos o tres por las mañanas, y otras dos por las tardes, para así poder compartir el trabajo. “Hay voluntarios que realizan dos o tres turnos, porque la verdad que no damos abasto”, comentan. Esto es sin duda una buena señal. Un signo de que la tienda cuenta cada vez con más apoyos. 
Todo este trabajo lo realizan de manera altruista, ya que “todo lo que se recauda es para los chavales”, confirman. A pesar de ello, es una tarea que realizan con mucha satisfacción. “Estamos muy contentas de poder colaborar y aportar”, aseguran, ya que los beneficios de la tienda pueden redundar en mejores oportunidades para los chicos y chicas que forman parte del Trévol. 
La tienda que ofrece sobre todo mantas y ropa de segunda mano que “está en perfectas condiciones y completamente limpias”, ya que los productos que se donan se llevan primero a una nave industrial donde se tratan, se desinfectan y se lavan, para ofrecerlos en condiciones óptimas. Un proceso de higiene que se ha intensificado con el coronavirus.
Aunque la Tienda cuenta con apoyos, ya que consideran que “la gente está respondiendo bien”, creen que falta todavía un cambio en la mentalidad. La falta de tradición de mercados y tiendas de segunda mano, más populares quizás en las grandes ciudades o en el extranjero, hace desconfiar a veces a la gente. Ante este argumento, las voluntarias contraponen que “para nada”, los productos que se pueden encontrar “están en muy buenas condiciones”, con buena relación calidad-precio, e insisten en que sobre todo la ropa, está limpia y adecuada para su venta. “Nosotras mismas vamos vestidas de la tienda”, comenta Reme Ferrero, una de las voluntarias. 
Además de ropa, también se pueden encontrar muchos elementos de decoración para el hogar, como jarrones o figuras, así como zapatos, tazas, libros, DVD o juguetes, e incluso accesorios para cocina, como paellas o parrillas. Y en estas fechas tan especiales, ofrecen productos de decoración navideña elaborados a mano por voluntarias para decorar el árbol de Navidad y el hogar. Unos productos que tienen un sello especial, ya que son únicos. 
Por otro lado, Trévol ha lanzado su marca de diseño con la que crea invitaciones a eventos, como bautizos, cumpleaños, comuniones o bodas. En la tienda se pueden ver in situ algunos modelos. Aunque con la situación actual de coronavirus los eventos se han visto más restringidos, no se debe dejar de tener en cuenta esta opción para posibles futuros acontecimientos. Se trata de una manera de ofrecer bonitos diseños a la vez que se colabora con el Proyecto. Desde la Tienda Solidaria del Trévol animan a contar con este establecimiento como uno más y a considerarlo como un intercambio positivo, que beneficia al cliente a la vez que permite con los ingresos ofrecer mejores oportunidades a los usuarios del Trévol.