La segunda fase del Museo Textil, que recae en las naves más cercanas al río, ya tiene calendario. Tras la presentación del proyecto inicial esta semana, se espera que en septiembre pueda éste estar terminado para, a continuación, iniciar el proceso de licitación, que tardará entre 4 y 5 meses, por lo que, según explicó el alcalde de Ontinyent y presidente de la Fundación del Museo Textil de la Comunidad Valenciana, Jorge Rodríguez, se calcula que las obras podrían empezar sobre abril de 2022. Dado que tendrán un plazo de ejecución de 16 meses, en septiembre de 2023 podrían estar terminadas.
El acto de presentación del proyecto contó con la presencia de José Pla, recientemente elegido presidente de Caixa Ontinyent, entidad que aportará 150.000 euros al proyecto. Pla destacaba que los beneficios que genera Caixa Ontinyent revierten en la sociedad, en proyectos como el del Museo Textil y otros muchos.
Por su parte, José Serna, presidente de ATEVAL, mostraba el “orgullo” de todo el sector ante un proyecto de estas características, un museo que entienden debe ser “dinámico y que ayude también a la formación”. Serna calificaba el proyecto de “emblemático” y apuntaba a que contribuirá a “revitalizar la calle Mayor”.
Conservar las fachadas
Los encargados de redactar el proyecto han sido los arquitectos Silvana Soler y Nacho Torró, quienes ya dirigieron la primera fase. Nacho Torró explicó que la nave sobre la que se va actuar tiene dos fachadas que tienen valor arquitectónico y están en buen estado de conservación, por lo que van a aprovecharlas. Concretamente, se trata de la fachada que da al río y la que da al actual aparcamiento. En ellas, se van abrir los arcos para crear ventanas.
La nave ya rehabilitada, en la que ya lucen algunas de las piezas que han sido trasladadas desde su anterior emplazamiento (el Palau de la Vila), estará doblemente conectada con la nave que ahora se va a rehabilitar. Por el exterior las plazas de ambas naves estarán conectadas por un sistema de rampas para salvar la diferencia de altura que hay entre ambas plazas, mientras que en la nave de la fase 1 se abrirá un acceso que conectará con la segunda nave a través de una pasarela.
El proyecto incluye la instalación de un ascensor que dará servicio a las dos naves, detallaron los arquitectos redactores.
Tanto Nacho Torró como Silvana Soler explicaron que el objetivo del proyecto es mantener el carácter de nave industrial, pero adaptado a la compleja normativa actual en materia de aislamiento, eficiencia energética, etc.